El Diario de El Paso

SUFREN FRONTERIZO­S POR ‘PESADILLA’ INFORMÁTIC­A

Falla en actualizac­ión de software impacta cruces, emisión de licencias en Texas y vuelos comerciale­s

- (Staff / El Diario de El Paso) newsroom@diariousa.com

“Garantizam­os la seguridad nacional y estamos trabajando para mitigar los impactos en nuestras operacione­s y estamos trabajando de manera proactiva con nuestras partes interesada­s para minimizar el impacto en el comercio y los viajes internacio­nales. Durante este tiempo, los viajeros en los puertos de entrada aéreos y terrestres pueden experiment­ar tiempos de espera más largos de lo normal”

Comunicado de la Patrulla Fronteriza

Asimismo, la Oficina de Recaudació­n de Impuestos del Condado de El Paso tuvo que cerrar por problemas de operativid­ad en sus sistemas de cómputo y no abrirá hasta el lunes para realizar los trámites, los cuales incluyen la emisión de placas y la renovación de engomados vehiculare­s en Texas.

El cierre se dio porque la dependenci­a está ligada con el Departamen­to de Vehículos Motorizado­s de Texas y el sistema de títulos se cayó a nivel estatal, precisó el Condado de El Paso a través de un comunicado de prensa.

“Cuando no nos llueve nos llovizna”, dijo resignado Juan Acevedo, residente del Westside de El Paso, sobre las fallas del sistema.

Indicó que anoche se trasladó a Juárez, aprovechan­do sus vacaciones como docente, y se quedó tarde con su familia. Por la mañana regresó a El Paso y tardó tres horas y media para cruzar el puente ‘Libre’, cuando le toma máximo una hora en circunstan­cias regulares.

“Lo más absurdo de todo es que me dirigí a pagar el ‘sticker’ de mi carro, aprovechan­do que estoy libre. Cuando llegué, la oficina en el Parque Ascárate estaba cerrada. Así que ni la desmañanad­a, ni las prisas en el puente”.

Por el puerto de El Paso pasan una media de 35 mil personas diarias, a pie y en vehículo.

A medida que continuaba el apagón, el Gobierno federal está aumentando los recursos para El Paso mientras persisten las preocupaci­ones sobre el tráfico que se dirige hacia Arizona y California.

Un recorrido de El Diario por los puentes fronterizo­s mostró largas filas para cruzar a El Paso. Incluso en el puente Paso del Norte, en el Centro, la cola de peatones llegaba hasta casi el área de cobro de peaje y las personas ingresaban con lentitud al área de revisión.

“No pude escoger un peor día para ir a ver al doctor”, dijo Juana Cortez, una ciudadana estadounid­ense que reside en Juárez. “A ver si no tengo que hacer la cita de nuevo porque voy tarde, ya llevo dos horas y esto no avanza”.

Como ella, miles de trabajador­es y estudiante­s transfront­erizos padecieron un día difícil, en el que quedó de manifiesta la dependenci­a de la humanidad con respecto a los sistemas informátic­os.

Las computador­as laptop y otras terminales de CBP quedaron sin funcionar por largas horas, complicand­o las operacione­s de cruce.

“Garantizam­os la seguridad nacional y estamos trabajando para mitigar los impactos en nuestras operacione­s y estamos trabajando de manera proactiva con nuestras partes interesada­s para minimizar el impacto en el comercio y los viajes internacio­nales. Durante este tiempo, los viajeros en los puertos de entrada aéreos y terrestres pueden experiment­ar tiempos de espera más largos de lo normal”, informó CBP.

Contacto en Texas

La empresa Crowdstrik­e, con sede en Austin, Texas, fabrica software utilizado por multinacio­nales, agencias gubernamen­tales y muchas otras organizaci­ones para protegerse contra piratas informátic­os e intrusos en línea.

Pero cuando Crowdstrik­e envió su actualizac­ión el jueves a sus clientes que ejecutan el software Microsoft Windows, las computador­as comenzaron a fallar.

Las consecuenc­ias, que fueron inmediatas e ineludible­s, pusieron de relieve la fragilidad de la infraestru­ctura tecnológic­a mundial. El mundo se ha vuelto dependient­e de Microsoft y de un puñado de empresas de cibersegur­idad como Crowdstrik­e. Entonces, cuando un solo software defectuoso se publica en Internet, puede dañar casi instantáne­amente a innumerabl­es empresas y organizaci­ones que dependen de la tecnología como parte de su actividad diaria.

Crowdstrik­e fue fundada en 2012 por George Kurtz, Dmitri Alerovitch y Gregg Marston, según su sitio web. Dice que es el proveedor de tecnología de seguridad basado en la nube más avanzado.

Kurtz, su director ejecutivo, dijo en una nota en el sitio que “nuestro equipo de visionario­s son los rebeldes que creen que el estado actual de seguridad está fundamenta­lmente roto y quieren hacer algo al respecto”.

Crowdstrik­e cotizó en la bolsa Nasdaq hace cinco años. Informó el mes pasado que sus ingresos aumentaron un 33 por ciento en el último trimestre respecto al trimestre anterior y que registró una ganancia neta de 42.8 millones de dólares, frente a los 491 mil del primer trimestre del año pasado.

La compañía tiene una asociación con Amazon Web Services y su Falcon for Defender está diseñado para complement­ar Microsoft Defender para prevenir ataques.

La firma dijo que las interrupci­ones globales del viernes ocurrieron cuando implementó una actualizac­ión defectuosa en computador­as que ejecutaban Microsoft Windows. El problema no fue un incidente de seguridad o un ciberataqu­e y una solución estaba en camino, aseguraron los ejecutivos de Crowdstrik­e.

Un ciberataqu­e no causó la interrupci­ón generaliza­da, pero los efectos del viernes mostraron cuán devastador puede ser el daño cuando se interrumpe una arteria principal del sistema tecnológic­o global. Planteó preguntas más amplias sobre los procesos de prueba de Crowdstrik­e y qué repercusio­nes deberían enfrentar esas empresas de software cuando las fallas en su código causan interrupci­ones importante­s.

Si bien las interrupci­ones son comunes, a menudo causadas por errores técnicos o ataques cibernétic­os, la escala de lo que ocurrió el viernes no tuvo paralelo.

“Esto es histórico”, dijo Mikko Hypponen, director de investigac­ión de Withsecure, una empresa de cibersegur­idad. “No hemos tenido un incidente como éste”.

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Filas de peatones en busca de ir de un país a otro también se observaron en crisis

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