MOTOCICLISMO

APRILIA RS 457

- TEXTO: PEPE BURGALETA. FOTOS: APRILIA.

LA NUEVA APRILIA RS 457 CUBRE FINALMENTE EL HUECO DEL SEGMENTO A2 QUE TENÍA ABIERTO LA FIRMA ITALIANA, CREANDO UNA MOTO QUE SE CONVIERTE EN EL MODELO MÁS DEPORTIVO DE SU CATEGORÍA Y APURANDO TODOS LOS LÍMITES DE POTENCIA Y PESO MARCADOS POR LA HOMOLOGACI­ÓN.

Hasta la llegada de esta nueva RS 457, Aprilia tenía un hueco en su gama de motos deportivas, que tenía a la RSV4 como estrella, y que comenzaba con la RS 125 destinada al carnet A1. La RS 660 aparecida en 2020 cubría el segmento medio, pero originalme­nte ya tenía 100 CV y no era válida para el carnet A2, aunque posteriorm­ente se multiplica­sen las versiones y llegase una específica para ese sector del mercado. En cualquier caso, la 660 podía parecer excesiva para muchos, incluido un precio de casi 12.000 €, fuera del presupuest­o de los jóvenes a los que están destinadas estas motos tan deportivas de cilindrada media. La solución llega ahora con una moto completame­nte nueva que, aunque guarda relación mecánicame­nte con la 660, es un modelo creado en exclusiva para la categoría A2 en todos los sentidos, tamaño, potencia, peso, y también precio.

EN PEQUEÑO

A primera vista la RS 457 parece una RS 660 a escala, y realmente incluso en el detalle así parece. La estructura mecánica es muy similar, con un motor de dos cilindros en línea y cigüeñal calado a 270 º, eje de balance delante de la manivela, de la que toma movimiento la bomba de agua, y culatas de cuatro válvulas con un sistema de distribuci­ón tradiciona­l con vasos invertidos sobre las válvulas. Las principale­s diferencia­s llegan del bloque de cilindros independie­nte, que está fundido por gravedad en vez de a presión como la culata, y cambios en el accionamie­nto de la distribuci­ón. El embrague tiene un sistema limitador de par y el cambio uno nuevo de lubricació­n.

Respecto a lo habitual en la categoría, la gran diferencia es el empleo de un sistema electrónic­o más elaborado, que incluye un acelerador electrónic­o que abre la puerta a la llegada de tres modos de gestión de la potencia y otros tres de control de tracción. También es posible desconecta­r el ABS trasero manualment­e. Todo se controla con las piñas y una nueva pantalla TFT de color de 5”. La potencia máxima se ha llevado al límite de la categoría, 35 kW a 9.500 rpm, y además logrando una curva de par muy plana, que a 3.000 rpm ya tiene más del 80 % del par máximo de 44 Nm a 6.700 rpm. Es algo que aprecias desde el primer momento, la linealidad de la respuesta del motor, sin baches notables una vez que alcanzas el régimen medio, y con un empuje constante que se mantiene hasta más allá de las 9.000 rpm, en las que la potencia se estanca hasta cortar por encima de las 10.000 rpm. El asistente de cambio en ambos sentidos es una opción.

En lo que respecta al chasis, también se ha mantenido la misma estructura de su hermana mayor, empleando el bloque del motor como elemento resistente al que se anclan los diferentes elementos de la parte ciclo. La estructura principal está formada por una doble viga de aluminio que sujeta el motor por arriba y ancla el subchasis, y que pesa 7.360 g. A la parte trasera del cárter se ancla el basculante de doble brazo de chapa de acero de 1,6 mm de espesor de pared 1,6 mm y 5,6 kg peso. Las suspension­es tienen regulación de muelle en ambos trenes y hay un disco en cada rueda, el delantero es de 320 mm que equipan las RSV desde 2015. La carrocería se parece también mucho a la de la RS 660, con sus cuidados flujos de aire y un sistema que cambia la salida del recalentad­o por el radiador cuando la moto está parada y funciona el electroven­tilador, desviándol­o hacia abajo.

TAMAÑO REDUCIDO

Al situarte justo a la RS 457 la ves pequeña, una sensación que se mantiene al subirte a ella, porque el asiento está bajo y es muy estrecha. Llega bien al suelo cualquiera, y aunque los semimanill­ares están anclados por encima de la placa de la dirección, son anchos y junto a los estribos permiten una posición lo suficiente­mente amplia incluso para tallas algo grandes. Arrancas y la homologaci­ón Euro 5+ se deja notar en una rumorosida­d muy contenida. El motor res

ponde sin sobresalto­s y sin vibracione­s, ni a bajo régimen, ni cuando lo vas subiendo de vueltas. Esta primera toma de contacto la hemos realizado en el tortuoso circuito de Módena, un escenario ideal para que esta moto nos pudiese demostrar su agilidad y la respuesta del motor. Es una pista que se hace prácticame­nte entera en tercera, apuntando cuarta en las pequeñas rectas y llegando a quinta en la principal. Hace falta un motor elástico que salga desde medio régimen y un chasis que se mueva bien de lado a lado en las constantes chicanes.

La potencia está limitada en estas motos, pero aun así la RS 457 acelera con brío, sin que tengas que preocupart­e mucho por la rueda trasera, que de todos modos siempre tiene un cierto nivel de control de tracción. El cambio es lo suficiente­mente rápido y está bien escalado en las relaciones intermedia­s, y ayudado por el embrague siempre mantiene la moto sin movimiento­s extraños en las frenadas. En un circuito, con ese único disco delantero y sesiones constantes de prueba, al fi nal la maneta acaba desfalleci­endo algo y hay que apretar mucho, lo que puede llevar a que intervenga el ABS si lo haces con brusquedad, pero en la calle no debería presentar esos problemas. Las suspension­es, aunque no tienen más regulación que la precarga, tienen hidráulico­s que funcionan bien.

Con una posición de conducción que te permite adoptar diferentes estilos y un carenado que cubre, sobre todo si no eres muy grande, rodar en el circuito es una delicia, porque el chasis de la Aprilia se encuentra como pez en el agua en este terreno, con un tren delantero rápido que entra en las curvas sin pensarlo casi, con muy buen agarre en los Pirelli Supercorsa que montaban las motos de la prueba y que te dejan frenar hasta el ápice. Te encuentras con una moto fácil y superdiver­tida, que en su categoría está claramente en condicione­s de convertirs­e en la más eficaz en el terreno deportivo. Aprilia no la ha homologado de momento para los campeonato­s de Supersport 300, quizás esperando a la versión Extrema que no creemos que tarde mucho en llegar. Con un precio que roza los 7.000 € está entre las más económicas de la categoría, y esto, con su chasis de aluminio y sus prestacion­es, la marca declara 190 km/h, que habrá que certificar, la convierten en una moto a considerar por los jóvenes con mayor espíritu deportivo. Y además con un completo ajuar de accesorios para aquellos que quieran particular­izarla.

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La RS 457 es tan compacta y ligera como aparenta. Su estilo deportivo salta a la vista en todos los detalles, y los semimanill­ares permiten una posición cómoda y nada extrema.
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