Prioridades del Sector del Metal ante las Elecciones Europeas
Entre el 6 y el 9 de junio se celebrarán en todos los países de la Unión Europea las Elecciones al Parlamento Europeo que permitirán a unos 370 millones de ciudadanos elegir a 720 diputados, que aumentan respecto a los 705 escaños actuales para adaptarse a los cambios demográficos en varios Estados miembros.
La única institución de la Unión Europea cuyos miembros se eligen directamente por los votantes, es fundamental para elaborar la legislación en un amplio abanico de asuntos de gran trascendencia para la ciudanía, la actividad económica en su conjunto y más concretamente para la industrial.
Cuestiones como la acción por el clima y la protección del medio ambiente, el presupuesto común, sus prioridades y aplicación, la regulación digital, la migración y el asilo, o el mercado único, entre otras, van a depender en los próximos años de quienes sean elegidos en junio en unos comicios que tradicionalmente están lastrados por bajos índices de participación. Hace cinco años, las últimas elecciones europeas celebradas superaron por primera dese 1994 vez el umbral del 50 por ciento de participación.
Tras las elecciones, la Décima Legislatura comenzará el 16 de julio, fecha de la primera sesión plenaria que elegirá al presidente del Parlamento y a catorce vicepresidentes para empezar a fijar el rumbo legislativo de Europa para un periodo de cinco años y en un momento crucial para la Unión.
La Unión Europea se enfrenta, en un momento de graves tensiones geopolíticas e incluso bélicas en un escenario de liderazgos débiles y polarización política, a cuestiones como el cambio climático, la inclusión económica, el empleo y los derechos sociales, la competencia, la irrupción tecnológica de la Inteligencia Artificial y la definición de la primera estrategia industrial de defensa de la historia en la Unión. Todas ellas deberán concretarse en los próximos años desde el punto de vista legislativo y sus consecuencias serán relevantes.
En el terreno de la energía y el clima, las prioridades para la Industria se centran en la reforma del mercado eléctrico de la Unión Europea, con el desacople del precio de los combustibles fósiles, y en reducir los precios de la energía al tiempo que se acelera la transición energética, protegiendo la competitividad industrial.
Es relevante también reforzar la neutralidad tecnológica como elemento transversal para la competitividad europea y desarrollar e impulsar iniciativas e infraestructuras que permitan las tecnologías de captura, almacenamiento y uso de carbono.
Como en otros ámbitos, pero quizás de manera más marcada, en este de la energía y el clima es imprescindible que la normativa sea proporcional y realista, tanto en el alcance de los avances como en sus calendarios, y que se eviten maximalismos y posiciones extremas en desarrollo e implementación de las normas. También es importante que la revisión de la Directiva sobre fiscalidad energética no perjudique la competitividad de la industria.
Y abriendo el foco de las prioridades fiscales para la Legislatura Europea a la mejora de la competitividad que necesitan las pequeñas y medianas empresas, especialmente las industriales, es importante impulsar la revisión de la regulación y la fiscalidad que lastran el crecimiento empresarial, asegurar la reducción de los costes de cumplimiento e implementar deducciones fiscales relevantes importantes y medidas y ayudas que apoyen ese imprescindible refuerzo de la competitividad.
El nuevo Parlamento que salga de las elecciones, deberá impulsar de manera firme el Reglamento de Morosidad, exigiendo el cumplimiento más estricto de los plazos de pagos las administraciones públicas y creando un observatorio de pagos en la Unión Europea como herramienta que sirva a la Comisión Europea para detectar los incumplimientos de los distintos Estados Miembros y aplicar las medidas sancionadoras que de ellos se deriven.
La legislación europea que emane del nuevo Parlamento debería fijarse como objetivo la construcción de un verdadero Mercado Interior, en que se destierre la competencia desleal y se articulen mecanismos eficaces de vigilancia de mercado.