“Soy feliz en Laliga F, es un proyecto que me ilusiona”
Alucina con el trabajo que se hace para proyectar al fútbol femenino y con el talento de sus compañeros
Tras dejar la Federación, la llamada de su compañero de arbitraje, Sergio Sánchez Castañer, le dio oxígeno: “Estaba trabajando para Laliga en todo el tema audiovisual, creó todo su reglamento para que podamos ver el fútbol que vemos hoy en día en televisión y me dijo que estaban haciendo lo mismo en el fútbol femenino. Habían creado también el cuerpo de directoras de partido y necesitaba una responsable para todo ese proyecto, para hacer crecer el fútbol femenino. Y pensó en mí”. Un viaje relámpago Galicia-madrid para dar el “sí, quiero” y apostar, ilusionarse y ser feliz con un proyecto “alucinante. Venir a Madrid me hace ver a gente con muchísimo talento, gente trabajando en Laliga
F, desde su presidenta pasando por todos los compañeros, tienen un talento descomunal. Están haciendo crecer mucho y bien el fútbol femenino, con unas bases sólidas y perfectas”.
Dicen que una puerta se cierra y se abre una ventana y a Villa Gutiérrez le pasó algo parecido: “Correcto y sigo dentro del fútbol, dentro de esta industria, de este juego tan bonito pero desde otro lado, que yo nunca imaginé participar. Al principio me sentía súper perdida, porque yo sabía de arbitraje y sabía de enseñanza, de cómo instruir a los árbitros, de cómo enseñar, pero no tenía ni idea de todo este mundo audiovisual que me está resultando tan atractivo, tan bonito...”.
Y encima vuelve a ser parte de la historia: “Estoy participando de nuevo de un momento histórico para el fútbol femenino, que es mostrar al mundo, a través de la televisión, lo que se vive dentro de un partido. Me están haciendo partícipe de todo eso que está ahora saliendo en la tele. La relación con los clubes, ayudarles a preparar sus estadios, para que desde la televisión proyectemos una imagen audiovisual cada vez mejor. El trabajo que se está realizando es brutal”.
AHORA LE TOCA MOSTRAR AL MUNDO, A TRAVÉS DE LA TELEVISIÓN, LO QUE SE VIVE EN UN PARTIDO
ATamara Arroyo siempre le ha apasionado el baile. De pequeña hizo ballet, flamenco... de todo. Cuando le preguntaban a qué quería dedicarse en el futuro y decía bailarina, la respuesta siempre era la misma: “Eso está muy bien, pero tienes que estudiar algo de verdad”. En Selectividad sacó un 9,14. Podría haber estudiado lo que hubiese querido pero ella lo tuvo claro: Psicología. Entonces competía en baile deportivo y la terapia le había cambiado su forma de afrontar la competición.
“Yo misma era mi propia rival. Fui a terapia y para mí fue un antes y un después. Cecilia, mi terapeuta, me marcó y dije: Yo quiero esto”, rememora con una amplia sonrisa. “Mi autodiálogo era muy dañino. Era muy perfeccionista, tenía ansiedad precompetitiva porque siempre intentaba llegar al máximo, siempre estaba focalizada en el resultado”, recuerda. “Precisamente gracias a mi mayor déficit ahora puedo ayudar a otros porque he vivido los cuadros que muchos me describen en consulta”, reconoce la alicantina.
Sus dos pasiones se unen en la psicología deportiva. Cuando habla de ella contagia su entusiasmo y pasión. “Mi vocación es ayudar”, dice sonriendo. Y empezó haciéndolo en el ámbito del baile deportivo pero se ha ido abriendo a otros deportes. Eso sí, la primera vez que alguien traspasa su puerta, sea de la disciplina que sea, le pregunta: “¿Qué quieres y cuál es tu expectativa de la terapia?”.
Arroyo, que es de la rama cognitivo conductual, es fiel defensora de lo que
La psicóloga deportiva Tamara Arroyo, que compitió en baile deportivo, trabaja con la futbolista Alba Redondo y los deportistas de breaking, entre otros
TAMARA ARROYO
Psicóloga deportiva