Campeones de Europa, y a París
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ESPAÑA LOGRA POR FIN EL ÚNICO GRAN TÍTULO QUE SE LE RESISTÍA EN SU PALMARÉS Derrota a domicilio a Croacia (10-11) con una vibrante reacción final con la que remontó dos goles • Granados, poco acertado hasta entonces, marcó los dos últimos, el definitivo, de fantasía
Lo que no pudieron conseguir Italia en 2010 ni Hungría campeona del mundo dos meses antes en 2022 lo logró ayer la selección española, derrotar a la de Croacia en la final de un Europeo disputada en su país.
Una genialidad de Álvaro Granados, que hasta el último cuarto había estado por debajo de lo habitual en un jugador genial como él, un revés que llegó como una cuchillada en el bajo vientre de Croacia, dejó muda la piscina Mladost de Zagreb y selló la victoria de la selección española en el Campeonato de Europa (10-11), su primer título en esta competición, que completa el triplete olímpico, mundial y europeo. Con el oro llega la plaza para los Juegos de París que concedía esta competición.
En el último cuarto, al que llegó dos goles por detrás (108), salió todo a la perfección. Dejó su portería a cero con el cambio de Lorrio por Aguirre y le dio la vuelta al partido gol a gol, los dos últimos de Granados. Esa era la selección que había aplastado a Italia, pero su inicio no recordó en nada su formidable partido de semifinales ante Italia.
En el primer ataque cedió un penalti en un despiste y el juego se aceleró, casi a gol por ataque de los dos equipos. España intentaba defender lejos de su portería, pero los croatas no desaprovechaban cualquier resquicio para marcar. Los tantos de Sanahuja y Granados en superioridad y otro de Munarriz pusieron por delante momentáneamente a la selección (2-3), pero dos contras de los croatas y otro tanto de Bukic, el tercero suyo en el inicio del segundo cuarto, dibujaron un panorama peligroso (6-3). Croacia se cerraba como una concha y obligaba a España a arriesgar el lanzamiento exterior. Munarriz de nuevo y Larumbe no lo dejaron pasar (6-5), pero Bukic marcó el cuarto suyo de nuevo a la contra. En jugada de hombre de más Bustos empalmó una asistencia y se llego al descanso largo con el 7-6.
El tercer cuarto, que comenzó bien para la selección, con gol de Sanahuja en un contragolpe, burlando al portero Bijac, y otro palmeo de Tahull en la boya (8-8), se torció. Dos tantos en superioridad y un tercero desde lejos de Fatovic ponían un peligroso 10-8, a falta de ocho minutos.
DECISIÓN VALIENTE
David Martín tomo una decisión valiente. Sentó a Aguirre y lanzó a Lorrio. El madrileño respondió con tres paradas. No hizo falta más atrás porque los croatas
cometieron el error de especular con el tiempo y su ventaja. Cuando quisieron reaccionar, la defensa española les había comido el terreno. Sanahuja marcó en hombre de más el 10-9. A 1:37 del final Granados, que había desaprovechado los cuatro lanzamientos suyos anteriores, no dudó y esta vez marcó desde el centro del arco. Croacia ya temblaba y se le vino el mundo abajo cuando el jugador del Novi Beograd serbio se inventó un revés en el siguiente ataque que aún está buscando el gran portero Bijac.
España defendió con todo el alma la última posesión local. Tuvieron dos oportunidades los rivales, la segunda en superioridad, pero la selección no se dejó arrebatar un triunfo que llevaba persiguiendo mucho tiempo, desde aquella primera final perdida en Atenas en 2001 ante la antigua Yugoslavia. Una victoria merecida, justa, labrada en un gran campeonato, y que confirma a España como potencia del waterpolo y firme candidata al oro olímpico en París.