¡Palou, tricampeón!
EL PILOTO ESPAÑOL CULMINA CON OTRA REMONTADA UNA TEMPORADA HISTÓRICA Álex salvó bien su complicada posición de salida remontando hasta el undécimo puesto • Logra su tercera corona en cuatro años con el equipo de Chip Ganassi y en sólo cinco en Estados Uni
Álex Palou ya está entre los mejores de la historia de la Indycar. Su tercer título, logrado anoche en Nashville con menos estrés del previsto, le coloca en un selecto grupo de 12+1 pilotos con tres títulos o más en la serie de monoplazas americana.
Pero no es un tricampeón cualquiera: a sus 27 años es el segundo más joven que lo logra (Sam Hornish Jr. lo hizo con tres meses menos que el español... pero tardó más tiempo –siete años, por cinco de Palou– y eso que contaba con la ventaja de ser americano y conocer mejor, por ejemplo, las pistas ovales).
Ya nadie duda de que el español es el ‘jefe’ del campeonato y de que en sus manos está llegar a metas mayores, históricas... Porque además de dominar la temporada, lo ha hecho sin parar de mejorar... y aún tiene margen para hacerlo en el futuro: queda pendiente la primera victoria en óvalos, aunque no le ha hecho falta para ganar la tercera Copa Astor.
200 VUELTAS DE FIESTA
La Indycar lo intentó, pero no pudo evitarlo. Ni cuatro óvalos en las útimas cinco carreras han podido evitar que Álex Palou consiguiera su particular ‘hat-trick’... y eso que parecía que habría que sudar sangre para conseguir el de este año.
Palou no necesitaba un gran resultado (con un 9º era suficiente) para sumar su tercera corona, pero un cambio de motor no autorizado (con su correspondiente sanción de nueve puestos en parrilla) y una mala clasificación lo hizo un poco más difícil. “No es lo que queríamos, pero vamos a ir a por ello”, decía el barcelonés a MARCA horas antes de iniciar su camino al triplete.
Partir 24º en un oval es complicado, especialmente en la arrancada, pero el español lo bordó en la salida. Subió seis puestos en apenas seis vueltas y sólo tuvo que ‘sufrir’ durante seis giros más. Porque en la 12ª, sorprendentemente, Will Power entraba a ‘pits’... ¡¡con los cinturones sueltos!! Una manera insólita de despedirse de un campeonato porque asegurarlos le hizo perder cinco vueltas... y con ello todas las opciones al título.
En ese momento, con 194 vueltas por delante, Palou ya era virtual campeón... pero el catalán quería coronarse a lo grande, logrando esa victoria en ovales que le falta en su palmarés y siguió atacando. De hecho, llegó a la primera parada en novena posición.
Sin embargo, pocas vueltas después una amarilla le dejó sin opciones. Los líderes pudieron parar con la carrera neutralizada y el tiempo que ganaron fue suficiente para dejar a Palou con una vuelta perdida.
Pero el español lo luchó hasta el final. Recuperó la vuelta del líder a falta de 50 e intentó otra remontada heroíca. Se quedó 11º pero el premio mayor estaba en casa: una Copa y un anillo, al estilo americano.
UNA TEMPORADA SÓLIDA
Aunque muchos han considerado que el español ha tenido suerte en momentos clave de la temporada, nada más lejos de la realidad que considerar que su título ha llegado gracias a la fortuna.
Así lo dicen claramente sus números. Aunque su cifra de victorias (2 –o 3 si incluimos Thermal, un evento no puntuable–) no es apabullante, la cosa cambia cuando vemos que ha sido el piloto que más vueltas ha liderado en cinco carreras, a lo que se suman tres poles (más la de Thermal, por ninguna de Will Power). Pero lo que habla más a las claras de su altísimo nivel y de su apabullante dominio son las 14 carreras que ha terminado en el top 5 (Power lo ha hecho en siete) por sólo cuatro fuera de él (y en dos de ellas –Detroit y la segunda de Milwaukee– por motivos ajenos a su pilotaje). Y todo ello es una competición tan igualada como la Indycar, con siete ganadores de carreras diferentes de cuatro equipos distintos. Eso no se llama suerte: se llama dominio.