Marca Bilbao

Los 8 de Ginebra

UN TRIUNFO QUE POTENCIA AL GRUPO En la resistenci­a y victoria rotunda ante Suiza brillaron jugadores que en la Euro tuvieron un protagonis­mo más secundario • El mensaje del poder del colectivo se carga de razones

Hay victorias que dejan un poso especial. El 8 de septiembre del año pasado, la selección lograba una de ellas con el 1-7 en Tiflis, un resultado en medio de una tormenta que amenazaba con consecuenc­ias devastador­as. Un año después, la selección regresa de Suiza con otro de esos triunfos de valor extra. No por el hecho de ganar 1-4 fuera de casa a una selección potente que en su casa no recibía una goleada así desde 2008: 0-4 ante Alemania en un amistoso. En un partido oficial hay que viajar a 1957: 1-4, España en Lausana. Son las dos peores derrotas oficiales de los suizos en su casa.

No, la victoria en La Praille supone un golpe de autoridad y de autoestima para el grupo. Porque se logró jugando con uno menos durante más de una hora, algo que no le pasa a España desde 1998: 1-0 a Rusia en Granada tras roja a Sergi a los 27 minutos. Y porque en Suiza ganó España con una importanci­a extrema de jugadores de su segunda unidad. El “este es equipo con mayúsculas” que lanzó De la Fuente tras el partido está cargado de argumentos.

DAVID RAYA

Uno de los grandes interrogan­tes de esta ventana era saber cómo iba a responder el meta del Arsenal a partidos de fuego real ante la baja de larga duración de Unai Simón. Hasta ahora, sus aparicione­s habían sido en amistosos o partidos oficiales de camuflaje. Su respuesta ha sido de autoridad. Ni un pero en Belgrado y Ginebra. Ante Suiza dejó una mano extraordin­aria a un remate de Vargas, el mejor helvético. Su juego con los pies es un seguro de vida, más en un campo que amenazaba con hacer jugarretas. El catalán demostró que España puede estar tranquila con él bajo palos.

VIVIAN

Le tocó entrar tras la expulsión de Le Normand y equilibrar el equipo, para lo que hubo que sacrificar a Pedri. Volvió a demostrar que es una apuesta segura. Se creció con el paso de los minutos en una batalla intensa con un jugador que no da tregua nunca como es Embolo. El central del Athletic se ha ganado la confianza de De la Fuente con el paso de los partidos desde que debutara en Wembley ante Colombia. Lo hizo cada vez que apareció en la Euro y mantuvo ese mensaje en Ginebra. Un zaguero que no hace prisionero­s, un defensa de los de toda la vida.

GRIMALDO

Iba a ser el titular de la Euro, pero Cucurella se comió el mundo en Alemania. En Ginebra ofreció un partido sólido, dejando claro que puede jugar de lateral clásico, que es lo que quiere De la Fuente de él. El jugador alegre y que aparece por todas partes en el Bayer Leverkusen fue en La Praille un defensa disciplina­do y por cuya banda Suiza entendió que no había mucho que hacer. Además, a balón parado es un peligro.

ZUBIMENDI

Venía con la mili hecha de su gran segunda parte en la final de la Euro. En Ginebra entró con más de media hora por delante, en el momento en el que Suiza apretaba para arrinconar a España en busca del 2-2. La entrada del mediocentr­o de la Real supuso que la selección se sintió más segura en la manera de defender. El acoso helvético se alejó del área y Zubimendi entendió la manera de que Suiza no encontrara espacios por dentro, una zona en la que había hecho bastante daño.

JOSELU

“Su mejor partido con nosotros”, dijo De la Fuente tras el choque. El 9, más allá del gol, y van seis en 562 minutos, ofreció una lección de movimiento­s de ariete. Quienes pensaban que esta podía ser su última llamada por haberse ido a Qatar tuvieron la respuesta en el partido que se marcó en Ginebra y las palabras posteriore­s de De la Fuente: “Da igual donde jueguen si su compromiso y trabajo son como lo que ofrece Joselu. Trabaja, se entrena bien y tiene una gran actitud. Es de ese tipo de jugadores que no falla nunca”. Sigan contando con él, se lo ha ganado.

FERRAN

El gol es su mundo en la selección. Lleva la misma media que Joselu con De la Fuente: seis en 560 minutos, uno cada 93 minutos, a los que suma 15 más antes del riojano. En Ginebra entró al campo al descanso por Lamine Yamal. Tenía que trabajar para ayudar a Carvajal en una banda por la que Suiza hacía destrozos con Vargas. Lo hizo. Y fue decisivo en el desenlace con el pase de gol a Fabián Ruiz para el 1-3 y en el mano a mano con el que cerró el marcador. Un ejemplo de cómo ganarse la confianza del selecciona­dor después de no

estar en sus primeras listas y tener la capacidad para ser importante sin apenas partidos como titular (cinco).

ALEIX GARCÍA

Podía haber tirado la toalla después de ser uno de los descartes de la Euro, pero nada de eso. El ahora mediocentr­o del Bayer Leverksuse­n entró ya con el 1-4, para dar la pausa final. Ya todo estaba a favor, pero dejó dos o tres movimiento­s que mostraron la clase que tiene y el fútbol que lleva dentro. Vive en una zona en la que la competenci­a es extrema, pero que nadie dé por hecho que es sólo un recurso ante necesidade­s.

YEREMY PINO

Una de las mejores noticias de esta ventana. No jugaba con España desde el 11 de septiembre del año pasado. En cuanto ha vuelto de la grave lesión de rodilla que sufrió días antes de la de Gavi, De la Fuente ha contado con el canario. Es uno de sus jugadores favoritos.

Entró a falta de media hora para suplir a un Nico Williams que se había agotado de tirar tantos desmarques. Yeremy es una opción de primer nivel para que España pueda ser el equipo de extremos rápidos y encaradore­s en el que se ha convertido gracias a Nico y Lamine Yamal. El selecciona­dor insistió en ese aspecto, en que sin ellos dos se puede jugar a lo mismo.