Un viaje por Andalucía para disfrutar de viaductos metálicos, agrestes paisajes, pueblos y estaciones recuperadas
Imagina escaparte a recorrer el camino natural más largo de Andalucía entre olivos, viñas y pequeños pueblos donde disfrutar del patrimonio histórico que va desde la capital jiennense, pasando por las provincias de Jaén y Córdoba y hasta llegar a las orillas del río Genil.
Desde 1993, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, viene desarrollando, en colaboración con otras administraciones promotoras, la Red de Caminos Naturales de España, a través de una serie de intervenciones a favor de la recuperación de antiguas infraestructuras ferroviarias, vías pecuarias, caminos abandonados, caminos históricos, senderos de ribera, de costa y de montaña, con el fin de facilitar su uso público con fines deportivos, culturales y educativos, recreativos así como turísticos y favorecer, así, el desarrollo económico de las zonas rurales donde se encuentran situados estos itinerarios.
Desde entonces, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación está totalmente volcado en exprimir y aprovechar la riqueza del entorno rural español y, sobre todo, hacerlo accesible, fácil y disfrutable para todos independientemente de su condición y circunstancias. De ahí que el objetivo sea fomentar e impulsar la mejora de la accesibilidad de la Red de Caminos Naturales de España, para que el mayor número de personas puedan visitar estos itinerarios.
En el año 2020 publicaron la Guía Técnica de Accesibilidad para la red de Caminos Naturales, llevada a cabo en colaboración con la Fundación ONCE. Y, junto con esta fundación, también se llevó a cabo el pasado año la firma de un Protocolo General de Actuación para promover la accesibilidad universal de la Red de Caminos Naturales de España y su diseño para todos facilitando a las personas con discapacidad, en la medida de lo posible, la participación inclusiva en las actividades de disfrute y conocimiento de la naturaleza.
Es necesario destacar también la implicación de los promotores, que se encargan del mantenimiento, gestión, y promoción de los itinerarios de la Red de Caminos Naturales y que desde hace varios años están realizando actuaciones para mejorar la accesibilidad universal de los caminos que gestionan, como en ese maravilloso Camino Natural Vía Verde del Aceite.
El del Aceite, además, en uno de los recorridos más apetecibles y bonitos si nos queremos escapar a Andalucía: por su longitud y sus múltiples posibilidades , además de sus paisajes de ensueño. Gracias a la Diputación Provincial de Jaén, la Diputación Provincial de Córdoba y la Mancomunidad de la Subbética Cordobesa, este Camino Natural invita al visitante a disfrutar de excepcionales viaductos metálicos, de algunos de los más agrestes parajes de estas provincias andaluzas, de pueblos y estaciones recuperadas.
Empezamos el recorrido por Jaén, donde como seña de identidad descubrimos una infinita cobertura de olivos junto con nueve impresionantes viaductos metálicos, verdaderas joyas de la ingeniería del siglo XIX. Continuamos camino a la provincia de Córdoba y en el límite disfrutamos del bosque humanizado del olivar, los pequeños pueblos que quedan en las inmediaciones y las vistas de las Sierras Béticas. Allí encontraremos igualmente, entre otras cosas, áreas de descanso y estaciones totalmente habilitadas para que cualquier persona con alguna discapacidad pueda acceder y gozar de igual manera.
También se pueden observar las muestras del paso de diferentes culturas por estas tierras, lo que hace al Camino Natural Vía Verde del Aceite un recorrido único. Y, por qué no, también alquilar una bicicleta, un vehículo de pedal o, incluso, pasar la noche en la zona en autocaravana para, al día siguiente, no perderse el Parque Natural de las Sierras Subbéticas y Geoparque Mundial de la UNESCO con una variada y montañosa biodiversidad y diferentes senderos que surgen a su paso.
Para terminar, nos adentramos en la campiña cordobesa y un agradable cambio de paisaje. Dejamos la predominancia de los olivos para dar lugar a los cereales, vides y girasoles como protagonistas. Mención especial en este tramo final merecen La Reserva Natural de la Laguna del Salobral, en Luque, o la Cueva de los Murciélagos, en Zuheros. Un despertar para todos los sentidos y absolutamente universal, ya que la accesibilidad y la inclusión son dos de sus motores esenciales.