“En el agua no tiene límites”
Marta Fernández fue la española más laureada en los Juegos Paralímpicos de Tokio
Cuando Marta Fernández era niña, su tía la llevaba los domingos a un cursillo de natación junto a su hermana Cristina y ésta recuerda que siempre lloraba porque le daba miedo el agua. Todo cambió un verano. “Veía que en el agua no tenía límites y desde entonces cuando nos íbamos de vacaciones a Santander, Marta se pasaba el día entero en el agua. No quería salir casi ni para comer”, recuerda su gemela.
“En el agua no noto mi discapacidad, es como mi momento de tranquilidad. La natación no sólo me ha dado medallas sino también una segunda familia”, reconoce Fernández, cuyo referente siempre ha sido Teresa Perales. De su primer Europeo en Funchal en 2021 regresó con siete medallas. Era el inicio de una carrera meteórica que en apenas tres años la ha situado como uno de los grandes referentes internacionales de este deporte. “Siempre digo que si el día que llegué a Valladolid nos dicen que iba a ser campeona paralímpica nos hubiésemos reído porque nos parecía imposible”, recuerda con una sonrisa la nadadora, que compagina entrenamientos y competiciones con su puesto de funcionaria del Estado en la capital pucelana.
De sus padres aprendió que podía hacer lo mismo que los demás sólo que de forma diferente. Que siempre lo intentase al menos. “No puedo conducir, por ejemplo, pero ellos no me dijeron no lo intentes. Me apuntaron a la autoescuela y ya allí vimos que no podía”, explica. Y esa filosofía de vida la ha llevado también a la piscina. Es luchadora como la que más. “Lo que más admiro de ella es su capacidad de superación y de esfuerzo, porque siempre da el cien por cien y no importa cuántos problemas o adversidades se le presenten en el camino. Es un ejemplo de lucha diaria”, dice su gemela.
Marta siempre resta importancia a su enfermedad degenerativa. “Hay veces que se me sale el hombro, ahora ya menos, pero se coloca solo y sigo nadando. La espasticidad es un grado de tensión y rigidez muy grande y el propio músculo que saca la articulación es el que la vuelve a meter”, cuenta con total normalidad.
“LO QUE MÁS ADMIRO DE MARTA ES SU CAPACIDAD DE SUPERACIÓN, ES UN EJEMPLO DE LUCHA DIARIA”