Las finales se juegan en marzo
LO QUE ANTES ERA UN TRÁMITE SE HA CONVERTIDO EN RETO PARA BARÇA, ATLÉTICO Y EL FÚTBOL ESPAÑOL
Al fútbol español le ha llegado el bajón y nos cuesta asumirlo. Queda lejos ya aquella época en que los octavos de final de las competiciones europeas eran un trámite, y no era raro ver a dos o tres clubes españoles en semifinales de la Champions o de la Europa League. Decía un ex entrenador que el nivel de una competición lo da su clase media. Y ahí estamos, con el Villarreal, el último representante de esa burguesía futbolera, goleado por el séptimo de la Ligue 1. La de los granjeros, dicen los sobrados.
Nos cuesta asumir que Barça hoy y Atlético mañana juegan dos finales de Champions en marzo. Los azulgranas, que fueron referencia del fútbol europeo, llevan años sin pisar alfombra roja, y su pérdida de peso continental se demuestra en el balance de Xavi. Sólo ha ganado 8 de 23 partidos europeos como técnico azulgrana. El noveno triunfo es imprescindible para una entidad asfixiada por la deuda que fijó en su presupuesto llegar a cuartos. El Nápoles, que parecía un rival asequible, era ayer un desafío colosal. Veremos esta noche.
Al Atlético también le tiembla el balance con el partido de mañana. Los futbolistas han recibido aviso de que sus nóminas pueden verse afectadas si no afinan en Europa. No hubo suerte con la bolita del Inter. Este año. Los grupos de años anteriores eran más que asequibles, y ni por esas.
Al Madrid le costó eliminar al Leipzig, que fue superior en la eliminatoria. Y es el único con presencia garantizada en el sorteo del viernes. En las tres competiciones. Aquí es donde es necesario actuar ya. Vamos perdiendo, y con claridad.