“Bou, cuánto cabe en tres letras”
Admirado Toni, desde hoy vas a ser MARCA Leyenda, pasando a formar parte de una brillante y gloriosa relación de insuperables estrellas del deporte nacional e internacional.
El Marca Leyenda es nuestra máxima distinción, al alcance exclusivamente de los mejores. Y tú lo eres. De forma indiscutible.
Basta un sencillo ejercicio para entender lo que tú has logrado:
Pensad cada uno en qué sois buenos. En qué actividad consideráis que podríais destacar por encima de los demás.
Ahora reflexionad si en eso en que os consideráis buenos sois el mejor o la mejor de vuestro pueblo o vuestra ciudad. No es fácil, pero bueno, es posible.
¿También sois en esa actividad el mejor de vuestra provincia, de vuestra comunidad autónoma? La cosa se va complicando, ¿verdad?
No digamos ya pensar en ser el mejor de España. Empiezan a ser palabras mayores…
¿Y ser el mejor o la mejor de Europa? Aquí ya entramos en el territorio de los sueños…
¿Y ser el mejor del mundo? ¿El mejor de todo el planeta?
Pues, amigos y amigas, nuestro Marca Leyenda no sólo es el mejor del mundo. Es que es el mejor de la historia. Y nadie, en nada, lo ha sido tantas veces como él. Su listón es inigualable e inalcanzable para cualquier otro ser humano.
Toni, de la ilustre nómina de premiados vas a ser el que tenga el apellido más pequeño y el palmarés más grande.
Bou. Es impresionante todo lo que cabe en sólo tres letras. Ser 34 veces campeón del mundo es un registro increíble. Antológico. Creo que no hay calificativos para definirlo. Pero usaré también tres letras para expresarlo: ¡Puf!
Tres letras podría utilizar yo también para decir que eres el rey del trial. Un zar de esta modalidad. Un deportista sin par. El número uno.
Tres letras dicen mucho. Y permíteme que siga con esta oda.
Tu sed de victorias no tiene límites.
Has convertido el campeonato del mundo en una uve de victoria. Lo has convertido en un juego: de oca a oca y gano porque me toca.
Con un rol de triunfador absoluto.
¡Cuánto cabe en tres letras! Tu trayectoria es un río de éxitos.
Estás subido desde hace años en una ola de oro.
Te mueves como pez en el agua en lo más alto del podio. Tienes pase Vip ahí desde que pusiste el pie, por primera vez, en 2007.
Y, ale, desde entonces cada año dos Mundiales. Indoor y Outdoor. El pan nuestro de cada día.
Y sin hacer mucho ruido. Sin decir ni pío. Sin alzar la voz. Sin que el ego se te suba. Muy top, tío.
Podría seguir glosando tus éxitos con tres letras, y ensalzar ese dúo de gloria que formas con tu moto, siempre conduciendo por la vía de la victoria.
Podría decirte que este evento lo van a oír y lo van a ver millones de personas, en toda la faz de la tierra, a través de todos los soportes de MARCA.
Podría acabar este discurso con la palabra típica: fin.
Pero, querido Marca Leyenda, prefiero terminarlo con un término más expresivo: