“EL FÚTBOL PROFESIONAL ME HA CONSUMIDO”
Siente que no se le han dado oportunidades para jugar en la élite tras superar el cáncer y acabará su carrera en el Atlético Baleares de Segunda RFEF
Virginia Torrecilla (Cala Millor, 1994) es uno de los nombres propios del inicio de 2024. En apenas unos días anunció su desvinculación del Villarreal, su adiós al fútbol profesional y su fichaje por el Atlético Baleares, equipo de la Segunda RFEF, en el que acabará su carrera deportiva. La todocampista atiende a MARCA desde su casa y habla de esa lucha incansable dentro y fuera del terreno de juego.
PREGUNTA. ¿Cómo se encuentra?
RESPUESTA. Las últimas semanas han sido una auténtica locura, pero estoy tranquila y asimilando mi vuelta a casa.
P. El 4 de enero sorprendió con el anuncio de que dejaba el fútbol profesional. ¿Cuándo tomó la decisión? R.
Es algo que tenía en la cabeza desde hace tiempo, pero nunca me atrevía a dar el paso. Justo antes de Navidades me di cuenta de que no era feliz en Villarreal. Me fui del Atlético para volver a sentirme futbolista, recuperar la ilusión por el fútbol y tener minutos. No tardé mucho en ver que hiciera lo que hiciera no iba a tener esa oportunidad. Después de quedarme sin jugar los dos últimos partidos del año, el último después de estar calentando toda la segunda parte, pensé: ‘¿Para qué iba a estar sufriendo por el fútbol si realmente no me da nada?’
P. ¿Cree que tenía nivel para jugar en Primera? R.
Sí, sin duda. Quiero destacar la figura de Pablo (Gasulla) —preparador físico del Villarreal— porque me ha dado mucha caña en estos meses y mejoré muchísimo gracias a su trabajo. Yo creo que sí estaba para competir, pero al final, como en todo equipo, es la entrenadora quien decidía y ella pensaba diferente. Me da mucha rabia porque, tras superar el cáncer, he trabajado mucho para volver a verme ahí. Quería volver a jugar en la élite por mis padres, por la afición, por la gente que ha estado a mi lado siempre, pero es que la cabeza ya no me da. He luchado mucho y durante mucho tiempo sin ninguna recompensa.
P. Se la ve ‘tocada’... R.
Sí, me he sentido dolida y traicionada por mucha gente. El haber madurado tan pronto y tan duramente me ha hecho entender la vida de otra manera y ser la persona que soy ahora. Sé quién sí y quién no. Y no pasa nada. Después de todo lo vivido sé lo que quiero y obviamente lo que estaba viviendo no era.
P. Pero no dejó el fútbol. Fichó por el Atlético Baleares... R.
¡Es que nunca dije que me retiraba del fútbol! Quería dejar el fútbol profesional porque mentalmente ya no aguantaba, pero se presentó la oportunidad de volver a casa y despedirme del fútbol jugando. El Atlético Baleares, aunque sea en Tercera, me da la oportunidad de competir hasta final
de temporada y, sobre todo, la posibilidad de que mis padres puedan venir a verme jugar. Sé que van a ser mis últimos cuatro meses como futbolista y luego se acabó.
P. En el equipo fliparán teniendo a una jugadora con su trayectoria. R.
Ha sido chocante para todo el mundo, incluso para mí. Jamás hubiera pensado que acabaría mi carrera aquí, pero lo bonito es estar otra vez en casa. La gente me trata como una más. Me he alejado del fútbol profesional que me ha consumido tanto y poco a poco preparándome para una nueva vida.
P. ¿Qué le dijeron sus padres cuando les dijo que volvía? R.
Se pudieron a llorar porque me veían sufrir. Les dije que no quería jugar al fútbol más y ellos me animaron a volver a casa. Me di cuenta de que estaba sufriendo demasiado y más teniendo tan lejos a una familia a la que necesito mucho. Creo que estar otra vez en Mallorca es la mejor decisión que he tenido y mis padres, aunque les he ocupado la casa, están encantados de tenerme aquí.
P. Sabiendo que le quedan cuatro meses para colgar las botas, ¿disfruta más de los partidos? R.
Los voy a disfrutar, pero no por el hecho de que vayan a ser los últimos, sino por sentirme partícipe de un objetivo. El día de mi debut jugué 30 minutos, ganamos remontando, nos colocamos segundas y ahora estamos a dos puntos de las primeras. Ojalá logremos el ascenso a Primera RFEF y yo me iría feliz de la vida sabiendo que he hecho algo bueno por el
equipo de mi tierra.
P. Mantiene el gen competitivo... R.
¡Por supuesto! Me da pena porque sé que lo que estoy viviendo ahora no tiene nada que ver con el fútbol profesional, pero yo cuando juego lo hago para ganar. La sensación de poder aportar a un equipo y ayudar a compañeras que están empezando es una sensación muy bonita.
P. ¿Ha pensado qué será de Virginia Torrecilla cuando cuelgue definitivamente las botas? R.
Sí, claro, llevo mucho tiempo haciéndolo. Sabía que este momento iba a llegar tarde o temprano y estaba mentalizada para ello. Ahora voy a empezar un curso de comunicación y me queda un año de Máster para sacarme la licencia de directora deportiva. Poco a poco voy cerrando capítulos sabiendo
“Me he sentido dolida y traicionada por mucha gente”
“Lo he dado todo para volver, pero no me han dado la oportunidad”
que me quiero seguir dedicando al fútbol femenino para hacerlo crecer desde fuera del campo. Será otro rollo, pero voy a seguir ligada a este deporte tan bonito que tanto me ha dado.
P. ¿Le gustaría recibir un partido de homenaje? R.
No, no lo quiero. La gente del fútbol me ha querido y apoyado mucho. Me han visto sufrir y trabajar para llegar. Si me da pena el no haber llegado es por ellos y por mi familia, me hubiera gustado devolverles todo lo que me han dado. Lo he intentado, de verdad que lo he intentado y he puesto todo de mi parte, pero aun dándolo todo no he tenido esa oportunidad.
P. Ha escrito un libro maravilloso que se titula ‘Nadie se arrepiente de ser valiente’. ¿Se arrepiente de alguna decisión? R.
Te diría que sí, pero realmente las decisiones que he tomado son las que hacen que esté aquí hablando contigo. Soy feliz y eso es lo más importante. Me habré equivocado en muchas cosas, pero la vida también es eso. Me quedo con que, después de todo lo que hemos pasado, tengo a mi familia conmigo, seguimos vivos y puedo sonreír con ellos.