Beckenbauer, “el gachó elegante”
DI STÉFANO DEFINIÓ DE ESA MANERA TAN PERSONAL AL KAISER DURANTE LA ENTREGA DEL ‘MARCA LEYENDA’ EN 2012 • NUESTRO DIARIO REUNIÓ EN 2001 A SEIS LEYENDAS DE BAYERN Y REAL MADRID EL DÍA ANTES DE UNA ELIMINATORIA DE CHAMPIONS
Alemania llora la muerte de Franz Beckenbauer, leyenda del fútbol teutón y mundial, que dijo adiós con la misma elegancia que transmitió en su vida como jugador, entrenador, directivo, ejecutivo y presidente. No hubo otro igual ni lo habrá. La figura del eterno Kaiser, del emperador, no admite comparaciones.
Abril de 2001. El sorteo de semifinales de la Champions depara uno de los clásicos del fútbol europeo: Real Madridbayern. Elías Israel, redactor jefe de MARCA, se acerca a mi sitio con una directriz clara: “Pablito, deja todo lo que estés haciendo. Tira de tus contactos en el Bayern. Cuando vengan para el partido de ida tenemos que juntar a Beckenbauer, Hoeness y Rummenigge con Di Stéfano, Valdano y Butragueño. Es la FOTO. Dedicación exclusiva”.
Hablamos de los entonces presidente, mánager general y vicepresidente del conjunto bávaro, por un lado, y del presidente de honor, director deportivo y adjunto a la dirección deportiva del Madrid, por el otro. Todos ellos, figuras con anterioridad sobre el césped en ambos clubes.
Después de varias semanas y no pocos intercambios de llamadas, conversaciones y negociaciones con Markus Hörwick, director de comunicación del Bayern, la misión que parecía imposible va tomando cuerpo y la FOTO es inmortalizada por Rafa Casal, Beatriz Guzmán y Rodolfo Espinosa la tarde del 30 de abril en el Hotel Villa Magna de la capital de España.
Beckenbauer y Di Stéfano, dos de los cinco mejores futbolistas del siglo XX, se abrazan. El alemán hace un gesto de admiración señalando con el dedo a ‘La Saeta’ y comenta: “¡Qué jugador! Pelé y Maradona eran espectaculares pero el más completo de todos fue Di Stéfano”.
Años después, en 2012, Don Alfredo devuelve el cumplido a Beckenbauer en otra cita muy especial de nuestro diario: la entrega del MARCA Leyenda al muniqués. “Era elegante el gachó, jugaba bien. No daba patadas”, comenta Di Stéfano en presencia de Enrique Ortego.
Así era el Kaiser. Tan elegante dentro del campo como fuera de él. En una semifinal de un Mundial con el brazo en cabestrillo, lanzando faltas con el exterior del pie, evolucionando desde el puesto de centrocampista al de líbero o en su posterior faceta como dirigente del Bayern, de la Federación Alemana (DFB) o de la FIFA. Siempre receptivo, siempre amable y atento, siempre con una sonrisa. Su legado permanecerá imperecedero en el recuerdo. Nadie jugó jamás al fútbol con tanto gusto.