El hotel Guadalpín Banús salva con nota el verano pese al desahucio
● La explotadora descarta de momento el cierre de la planta hotelera tras varias inspecciones
El hotel de 5 estrellas Guadalpín Banús de Marbella ha cerrado el verano con una ocupación “por encima del 90% en agosto” y casi del 75 en julio, tras el desahucio de varias zonas comunes decretado por el Juzgado en plena temporada alta, así como descarta de momento el cierre tras practicar la Junta de Andalucía varias inspecciones, según ha destacado el director, Ramón Pons.
El cierre de zonas comunes como las cocinas, los tres restaurantes o las terrazas, clausuradas el pasado 11 de julio, no ha impedido que la planta hotelera haya continuado con la actividad con las “123 habitaciones disponibles” que hay actualmente, tras el cierre de 49 por el desalojo y otras nueve que se han “reconvertido” para organizar la actividad de los diferentes departamentos.
Pons detalló que “no ha cambiado nada” desde que al final de julio la Junta de Andalucía requiriera a las partes implicadas en el conflicto garantizar el uso hotelero y la unidad explotación de las fincas, y lo espacios continúan “cerrados”. Cabe recordar que el desahucio de varias zonas comunes y habitaciones fue solicitado judicialmente por 2 de los 44 propietarios de las distintas fincas del hotel.
A pesar de esta situación, el director declaró que “el hotel funciona bien” e “intentamos dar el mejor servicio” con las zonas que quedan abiertas. En este sentido, indicó que durante julio se alcanzó una ocupación hotelera que “no llegó al 75%”, mientras que en agosto ha estado “por encima del 90%”. Las previsiones para septiembre es que la planta tenga un grado de ocupación “por encima del 87%”, valoró.
La clientela del establecimiento es principalmente “extranjera”, principalmente “británicos, mucho árabe en agosto, y europeos como franceses, alemanes o noruegos y españoles en menor medida”. La fidelidad de los turistas al 5 estrellas es parte de este resultado, con turistas que “vienen de otros años”. “Los clientes están más o menos conformes, se les hace un precio especial y lo aceptan”, relató en torno al “descuento del 30%” aplicado por la situación que atraviesa el hotel en estos momentos.
Precisamente el cierre de determinadas zonas comunes como las cocinas o los restaurantes ha afectado en mayor medida a los departamentos de alimentación y bebidas, por lo que la planta hotelera ha aplicado un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) de carácter “rotativo”, al que están sujetos “114 trabajadores” y que ha comenzado a ejecutarse con carácter “retroactivo” desde el 11 de julio.
Aun así, el director incidió en que se están ofreciendo “los desayunos con normalidad” y “los snacks se han ido ampliando un poco”, prestándose ambos servicios en la piscina y en un bar situado en la recepción del 5 estrellas. También “se trabaja para ofrecer un menú diario”, dijo.
La Junta realizó tras el cierre al menos dos inspecciones para comprobar que se estaba cumpliendo con la ley de turismo, según dio a conocer al final de julio la Administración andaluza. Así, instó a los solicitantes del desalojo, SPV y Caja Rural de Granada, a que destinen los bienes de su propiedad en el complejo hotelero Guadalpín Banús a un uso hotelero, estando ante “una afectación legal que compromete el uso pero no la propiedad”. Asimismo, requirió a la empresa explotadora, Grisoma, entregar el plan de contingencia, un informe del histórico de ocupación del último año y mantener el estado del 5 estrellas. Pons señaló que se ha entregado toda la documentación.
“Ellos han tomado nota, de que nosotros estamos desarrollando nuestro trabajo con la mayor normalidad posible, y en principio no hay problema”, ha referido el hotelero en torno a las inspecciones, afirmando que “el hotel se está defendiendo bastante bien y la ocupación es muy correcta, por lo que en principio no nos planteamos para nada el cierre”.