Los acusados de tirotear un bar en Marbella se presentan en los juzgados
● La orden de captura contra los investigados, que se creían fugados, ha quedado sin efecto tras constatar que no han huido del país
El Juzgado de Instrucción número 1 de Marbella ha dejado sin efecto la orden de busca y captura dictada la semana pasada contra Darren H. y Gerrard S., los investigados por disparar contra un bar situado en el distrito marbellí de Nueva Andalucía al menos 15 veces, tras presentarse voluntariamente ante la autoridad judicial un día después de que se dictara la disposición. Así las cosas, se mantiene su situación de libertad provisional, aunque ahora deberán comparecer dos días en semana en sede judicial y cumplir una orden de alejamiento con respecto al local que supuestamente atacaron, han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
El día que protagonizaron el tiroteo -11 de marzo- lograron huir. Pero, la Policía Nacional dio con el domicilio en el que se ocultaban y tres semanas después logró detenerlos. Entonces el juzgado de guardia ordenó su ingreso en prisión provisional. Sin embargo, un mes más tarde a finales de abril- la Audiencia Provincial de Málaga dispuso su libertad provisional. Al día siguiente debieron presentarse ante el Juzgado de Instrucción número 1 de Marbella para hacer entrega de sus pasaportes, pero no lo hicieron. Alegaron que los documentos estaban en poder de la Policía; extremo que, según han precisado las mismas fuentes, ha resultado ser cierto. Si bien, al no hacer acto de presencia, el juzgado acordó emitir una orden de busca y captura.
Tras revocar la disposición judicial al constatarse su presencia y presentación voluntaria, el citado juzgado ha acordado mantener la situación de libertad que ordenó la Audiencia de Málaga. No obstante, ha impuesto varias medidas cautelares a los dos investigados: deberán comparecer dos veces en semana en sede judicial, tienen prohibido abandonar el territorio nacional, deberán cumplir una orden de no acercarse al local atacado y tienen prohibido portar armas de fuego.
Era miércoles, 27 de marzo, cuando los arrestados fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de Marbella, de guardia ese día, que acordó para ambos la prisión provisional, comunicada y sin fianza. El Letrado de la Administración de Justicia (LAJ) informó, en su idioma, a los encausados de los derechos que les asisten como investigados. Asimismo, la magistrada que presidió el acto informó oralmente de los delitos por los que habían sido arrestados y de los elementos de la investigación que, a su juicio, podían conocer. Entre ellos, que los indicios que se desprendían contra ellos están fundamentados en los seguimientos realizados por la Policía, en las cámaras de videovigilancia y en la entrada y registro de su domicilio.
En el momento de la toma de declaración de los detenidos, los letrados no impugnaron la información oral. Si bien, en el acto de comparecencia, al serle concedida la palabra en defensa de los intereses de sus clientes, los abogados manifestaron que se había producido una “vulneración de su derecho a acceder por escrito a los elementos esenciales del procedimiento para ejercer su defensa con plenitud”.
Aunque la Audiencia Provincial reconoce en los autos de libertad -a los que ha tenido acceso Málaga Hoy- que se aprecia en la juez de instrucción “la voluntad de informar al investigado”, determina que “la información oral facilitada no colma las exigencias de la nueva doctrina del Tribunal Constitucional, que obliga a informar a los arrestados de forma más extensa aunque la causa esté declarada secreta, y ordenara en consecuencia su puesta en libertad con medidas cautelares. “Entendemos que pudo y debió dar copia de la parte” de las actuaciones que no comprometieran el secreto de las mismas. De esta manera, se justifica que el juzgado instructor no ha cumplido con su deber impuesto y se declara la nulidad del auto de prisión y se acuerda la prisión provisional de ambos, estimando así el recurso de las defensas.
Sin embargo, esta condición quedaba sujeta a la obligación de los investigados de comparecer los días 1 y 15 de cada mes, así como siempre que fuesen llamados a presentarse ante el juzgado más cercano a su domicilio o a aquel que tramite la causa. Además, se les prohibió la salida del territorio español con la retirada de sus pasaportes.