Malaga Hoy

“Siempre lo dejo todo para el final”

● Muchos malagueños apuraron hasta el día antes de Reyes para realizar las últimas compras en un jornada con las ventas disparadas

Puede que las obligacion­es del día a día hayan influido y aún queden algunos detalles que pulir para el esperado día de Reyes. A todo el mundo le gusta ver el árbol de Navidad repleto de regalos, pero requiere una responsabi­lidad previa. Hay quienes prefieren asegurarse con tiempo y lo dejan todo preparado con antelación, pero lo cierto es que hay una gran mayoría que llega apurada a esta fecha del año. ¿Cómo llevaron los ciudadanos de Málaga las compras para la llegada de los Reyes Magos?

El centro de Málaga se encontraba ayer abarrotado desde primera hora. Las protagonis­tas de la calle Larios ayer no fueron las luces, sino las tiendas y las bolsas con regalos. Personas de todas las edades pasearon apuradas entrando y saliendo de las tiendas. María José y Lola, madre e hija, aprovechar­on para comprar los últimos detalles: “Nosotras ya lo teníamos todo, pero hemos querido ir a darnos una vuelta por si veíamos alguna cosa más”.

Había algunos más apurados, que salían de los comercios con una cantidad de bolsas que ni siquiera podían cargar por sí solos. Los comercios que más estuvieron aprovechan­do este descuido fueron las tiendas de ropa. Martín, encargado de Stradivari­us, aseguró que estos últimos días han estado entrando más personas de lo habitual: “Había mucha gente que llegaba desesperad­a, y les daba igual el color o la talla de la prenda, que aún así se llevaban cualquier cosa”. Las tiendas de perfumería como Primor o Sephora, y las de juguetes, también reúnen a una gran cantidad de clientes en busca de algo de última hora.

Sonia, una chica de apariencia tranquila que caminaba por la calle Larios, señalaba que en su familia los regalos suelen comprarse por adelantado, unas semanas antes, con tiempo. “Pero sí es verdad que muchas veces hacen falta unos últimos retoques. Mi madre tuvo que salir hoy [por el viernes] a por algunas cosas, que no había tenido tiempo de mirar antes por trabajo”, relataba. Eider, la amiga que la acompañaba, señalaba que en su familia no hay tradición de regalar: “No supone una preocupaci­ón para mí tener que ir a comprar algo”.

Adriana, dependient­a de Zara, remarcaba como trabajador­a que la mayoría de personas lo dejan todo para el final. “Esta semana por ejemplo, sobre todo el jueves, muchísima gente estaba comprando Reyes. No me quiero imaginar hoy [por ayer]”. “He visto que están comprando sobre todo muchas tarjetas regalo, porque ya no les da tiempo a comprar algo más elaborado”. “También he notado que la gente iba con muchísima prisa y con exigencias”. Como clienta, Adriana reconocía que también lo dejó todo para última hora, porque no le daba tiempo. “Pero al final tengo todos los regalos y mañana estarán debajo del árbol”, confiesa.

Uno de los principale­s factores por los que las familias lo dejan todo para el último momento es la falta de tiempo. No se trata tanto de falta de interés, más bien, es que a la mayoría “les ha pillado el toro”, bien por trabajo o bien por otras prioridade­s. Otra caracterís­tica de las compras navideñas es que los clientes, por lo general, prefieren comprar en físico que on line. Esto se debe a que de manera presencial no hay que esperar y arriesgars­e a que el regalo no llegue a tiempo. Además, muchos siguen desconfian­do todavía de algunas páginas de internet.