La Vanguardia (1ª edición)

Sinner, limpio y reluciente

La Agencia Mundial Antidopaje absuelve de dopaje al tenista italiano, que comparte con Alcaraz el reinado de la raqueta: ¿es este el final del ‘Big Three’?

- S gioH Barcelona ia

La guerra es la guerra. ¡Y las guerras nunca son justas!

Astérix, el galo

Debemos creer que ese Jannik Sinner (23) que el domingo, ante la prensa, se mostraba pétreo, acaso incapaz de celebrar su primer US Open, volverá a sonreír ahora.

La Agencia Mundial Antidopaje (AMA) ha decidido dejar de investigar­le: no recurrirá la decisión de la Agencia Internacio­nal de Integridad del Tenis (ITIA) que, semanas atrás, le había declarado inocente de dopaje. Nada prueba que la minúscula cantidad de clostebol (anabolizan­te de presencia común en cremas y aerosoles) que, en abril, había aparecido en su organismo le supusiera ayuda alguna. Si el clostebol estaba allí, lo estaba por error.

(Y el error lo habían cometido Umberto Ferrara, su médico, y Giacomo Naldi, su fisioterap­euta. Naldi se había herido en un dedo y se había aplicado Trofodermi­n en la herida: se trata de un espray que contiene clostebol. Y con el espray en su mano, el fisioterap­euta había masajeado a Sinner, contaminán­dole; ambos, Ferrara y Naldi, están despedidos).

Durante semanas, Sinner ha vivido en un sinvivir. Al italiano, primer transalpin­o en la cima del circuito ATP, le perseguían los investigad­ores y le acorralaba un abanico de com

paÒeros, incluido Novak Djokovic. El serbio cuestionab­a los protocolos de igualdad.

–Muchos jugadores, sin nombrarles aunque estoy seguro de que ya sabéis quiénes son, han tenido casos similares o bastante similares donde no tuvieron el mismo resultado –dijo.

Djokovic no entendía cómo era posible que Sinner, investigad­o durante cinco meses, hubiese recibido un permiso para competir mientras otros tenistas, también bajo la lupa, quedaban suspendido­s hasta que se cerrase su proceso.

Acaso las suspicacia­s de Djokovic tenían una razón de ser: a finales de mayo, Sinner le arrebataba el liderazgo ATP.

Y desde entonces, ya no se lo ha devuelto: hoy, el italiano suma 11.180 puntos, un abismo por encima de sus rivales, incluido Djokovic, que es cuarto con 5.560, justo tras Alcaraz (el

segundo es Zverev, con 7.075).

Vía libre al (discreto) alborozo de Sinner, el jefe del tenis, cuya generación se ha apropiado de la disciplina: el italiano y Alcaraz se han repartido los

Por primera vez desde el 2002, ni Djokovic ni Nadal ni Federer han ganado un Grand Slam

cuatro grandes del aÒo, dos para cada uno.

Aplastada entre dos generacion­es, la gente de la Next Gen se cura las heridas, pues ha perdido la guerra.

Medvédev, Zverev, Tsitsipás, Shapovalov, Auger-Alliasime, Rublev, Tiafoe, De MiÒaur, Fritz... Lo han intentado, de verdad que sí. Pero ahora ahí les vemos, definitiva­mente defenestra­dos, empotrados entre el otoÒal Big Three y el poderoso grupo de cachorros que lideran Sinner y Alcaraz.

Ya es oficial: a la Next Gen se le ha escapado el autobús, nunca gobernará el mundo del tenis. Y al Big Three se le acaban los argumentos. Federer salió de escena hace dos aÒos, Nadal sobrevive como puede y Djokovic racanea. Por primera vez en 22 aÒos, el curso se cerrará sin que ningún miembro del Three sume un solo grande.c

 ?? MATTHEW STOCKMAN / AFP ?? Jannik Sinner, el pasado domingo, junto a su trofeo del US Open
MATTHEW STOCKMAN / AFP Jannik Sinner, el pasado domingo, junto a su trofeo del US Open

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain