La extraña pareja
American Magic sustituye a su timonel Paul Goodison por lesión, rompiendo así la controvertida dupla con Tom Slingsby
La Copa del América no va solo de alta ingeniería, sino de química. Porque las relaciones humanas son un elemento esencial en los AC75. El diseÒo de esta embarcación prevé que haya dos patrones, uno a cada lado. Cuando uno lleva el mando, el que está situado en el lado opuesto comunica la situación del campo de regata y viceversa. Las decisiones al final se toman de forma conjunta. Todo sale de maravilla si las dos personas se llevan bien. Cuando hay alguna fricción, pues entonces el rendimiento del barco se resiente.
Un buen ejemplo de ello es la situación que se vive en el American Magic. Paul Goodison, uno de los dos timoneles de American Magic, sufrió un accidente esta semana durante una navegación. Se cayó en la cubierta y padeció alguna lesión. No se conocen los tiempos de recuperación. Todo está en manos del equipo médico estadounidense. Goodison será sustituido durante este período por el regatista de origen argentino Lucas Calabrese. Le tocará a él navegar con el australiano Tom Slingsby. ¿Qué pasará a bordo ahora que se ha roto la pareja titular?
Quienes les conocen bien dicen que Slingsby y Goodison son como Paul McCartney y John Lennon. Cuando los músicos conectaban entre ellos, salía la magia. Cuando había enfados, pues el cuarteto de Liverpool no daba lo mejor de sí. En nombre de la banda, ambos aparcaban sus diferencias, convencidos de que juntos serían mejor que por separado.
En el caso de estos dos regatistas es como tener a dos gallos en el mismo corral. Ambos presumen de un currículum excelente en vela ligera y en modalidad individual. Pero ir en pareja es otra cosa. Le tocaría a Terry Hutchinson, el general manager del equipo estadounidense, poner orden. Pero él es un excelente gestor, y manejar
los egos cuando físicamente no estás a bordo no es tarea sencilla.
“Su relación es correcta. Es profesional”, comentan desde el equipo sobre sus dos timoneles. Matthew Sheahan, veterano periodista del canal Planet Sail los conoce de cerca. “Yo diría que se llevan bien, pero Tom es muy impulsivo, mientras que Goodison es más reflexivo”, asegura.
Pero en el pasado no fue así. El punto álgido se tocó en el 2012. Casi llegan a las manos en un pub tras un enfrentamiento en una regata. “Una discusión acalorada”, se dijo entonces. “Hemos competido entre nosotros en las clases
olímpicas durante casi diez aÒos... Fuimos archirrivales durante mucho tiempo”, comentó Goodison. “Y hemos pasado por ciclos de ser mejores amigos, y luego muy abrasivos. Esto surge cuando compites contra alguien. Pero es que quieres ganarle a todo el mundo, y a veces eso significa que tienes que alejarte de una amistad para sacar lo mejor de ti mismo”, reconocía el inglés.
Por su parte, Slingsby minimiza lo ocurrido hace más de una década y subraya que ahora ambos tienen una causa común, lo que les lleva a aparcar sus diferencias, incluso cuando no están de acuerdo.
La dupla Francesco Bruni y Jimmy Spithill, de Luna Rossa Prada Pirelli, es otro caso de estudio. Su fuerza está en la profunda diversidad y complementariedad entre ambos. Bruni es emotivo e impulsivo, como muchos italianos. En regata, sus pulsaciones suben a 120 por minuto. Spithill es frío, las suyas tan solo rondan las 70, como si estuviera caminando. Uno es expansivo, el otro retraído. Uno fue un discreto regatista que aprendió muy rápido a adaptarse al mundo de la Copa del América, el otro lleva veinte aÒos en este mundo. Bruni es zurdo, está sentado en la izquierda y es locuaz. Spithill es diestro y vigila el lado clave en las salidas.
“Hemos regateado mucho juntos, nos conocemos muy bien”, comenta el australiano mientras esboza una leve e inusual sonrisa. Se respetan mutuamente. Las veces que Bruni le abraza, el australiano parece incómodo. “El amor es física, el matrimonio es química”, escribió Alejandro Dumas.c
En el 2012, Tom Slingsby y Paul Goodison casi llegan a pegarse en un bar por su rivalidad
En Luna Rossa, Francesco Bruni es el emotivo y Jimmy Spithill es el hombre de hielo