Las diez Nocheviejas de Sorogoyen
El director retrata el final de la juventud en ‘Los años nuevos’, estrenada en Venecia
Las uvas son una excelente herramienta para mirar atr·s. ¿Dónde estabas en las Nocheviejas de los últimos diez aÒos? ¿Cómo ha cambiado tu vida si piensas con quién compartiste las temidas horas entre el 31 de diciembre y el 1 de enero de cada aÒo?
Esto es lo que pensó Rodrigo Sorogoyen al dar la bienvenida al 2015. Estaba en Marruecos de viaje con una expareja. “Me di cuenta de que si miraba atr·s cada Nochevieja de mis últimos diez aÒos siempre ocurrían cosas distintas –explicó– y pensé que a través de esos momentos podía entender lo que había sido mi vida hasta entonces”. Una idea de la que surgió Los años nuevos, su última serie, que se presentó la semana pasada en el Festival de Venecia, siete horas y media de cine repartidas en diez capítulos que causaron sensación en la Mostra y que consagran al realizador de As bestas como uno de los grandes nombres del cine espaÒol.
El cambio de registro del madrileÒo comienza en una fiesta, donde Ana (Iria del Rio), una chica normal que acaba de cumplir 30 aÒos, conoce a Oscar (Francesco Carril). Solamente nació 24 horas antes que ella y est· devastado por una reciente ruptura. Desde esta imagen, las c·maras acompaÒan a esta pareja en diferentes pinceladas de su camino hacia los 40, enfocando escenas de absoluta normalidad, desde los apasionados comienzos en la Nochevieja del 2014 hasta los resquicios de una ruptura en el 2024.
“Queríamos hacer una serie de la normalidad, que los personajes hablen mal como hablamos nosotros, que tu padre te llame... Poder hacer una ficción que emocione, interese y divierta con estas cosas tan pequeÒas es lo bonito que hemos hecho”, explicó Sorogoyen a
este diario en la Mostra. Los protagonistas no tienen trabajos extraordinarios, no arrastran grandes traumas de la infancia, no viven grandes problemas. Son gente absolutamente normal, algo fascinante, porque entre cigarrillos, escapadas en coche, sexo o
conversaciones de amigos, retrata con maestría la cotidianidad.
Nunca hay un capítulo igual, ni en estructura ni en técnica. Y, a medida que Ana y Oscar crecen, también se aleja la c·mara. Una met·fora de las coyunturas trascendentales que se esconden en esta década. El director la eligió por ser la que m·s le tocaba generacionalmente –tiene 42 aÒos–, igual que Sara Cano y Paula Fabra, sus compaÒeras a la hora de producirla. Es en estos aÒos donde, detr·s del día a día, los personajes se enfrentan a grandes decisiones vitales: qué camino laboral tomar, formar una familia –o no–, cómo perder a un gran amor o lidiar con un duelo muy importante.
“Los personajes a lo largo de toda la serie van cogiendo un cierto sosiego. Van creciendo, y eso no quiere decir que lo que les pasa no sea intenso, sino que lo miran con otros ojos diferentes a cuando tenían 30 aÒos. También a nivel rítmico”, apunta Carril. Los años nuevos cuenta con crudeza y emoción este viaje hacia la madurez, el ocaso de la juventud. La locura de los 30 va mudando hacia las reuniones m·s tranquilas. Comienzan a hablar de hijos, la vida avanza, sin el objetivo, subraya Sorogoyen, de querer catalogar a los millennials ni a cualquier otra generación, sino solo lo extraordinario detr·s de una vida normal. Una serie concebida como una obra cinematogr·fica –que se proyectar· en cines– y que llegar· a Movistar+ a finales de aÒo.c