La Vanguardia (1ª edición)

El detenido por matar a Mateo tiene 20 años, vive en la localidad y confiesa

El sospechoso pasaba unos días de vacaciones en Mocejón y se examinará su estado mental La Guardia Civil registra una acequia en busca del arma al señalar ese punto el detenido Las cámaras de seguridad y la ubicación de un móvil, claves en el arresto

- Jav R co Lleida

Los vecinos de la población toledana de Mocejón han dormido esta noche mucho más tranquilos. El presunto asesino de Mateo, el niÒo de 11 aÒos apuÒalado la maÒana del domingo en un campo de fútbol, ha sido detenido. El supuesto homicida, como se sospechaba por la mecánica del crimen, conocía el escenario en el que actuó y estaba muy cerca. El arrestado es un joven de 20 aÒos, cuya familia vive en esa población. …l reside en Madrid con su madre y frecuentab­a esa población. Ahora pasaba unos días de vacaciones en Mocejón. La Guardia Civil registró ya ayer por la tarde los domicilios del padre y la abuela del joven en busca del arma usada en el brutal crimen y la ropa que el sospechoso llevaba el domingo para examinarla por si hay restos de sangre o trazas biológicas de la víctima.

Poco después del arresto, varios agentes se desplazaro­n a un canal cercano con detectores de metales. Buscaban también ahí el arma homicida, lo que hace presumir que el sospechoso ha confesado el crimen y él mismo habría facilitado esa ubicación a los investigad­ores.

¿Por qué Mateo? ¿Por qué tanto ensaÒamien­to en ese crimen? ¿Le tocó a ese niÒo de 11 aÒos, como le habría podido tocar a cualquier otro menor de los que estaban con él en ese campo de fútbol? ¿Hay un móvil? ¿Estamos ante una persona con problemas mentales?...

De momento, son pocas las respuestas y muchos los interrogan­tes. El quién parece estar ya resuelto. El perfil físico del sospechoso coincide con la descripció­n facilitada por testigos. Se buscaba a una persona joven, delgada y con el pelo rapado. Para lo que aún no hay respuesta es para explicar tanto ensaÒamien­to en el ataque. El homicida fue directo al grupo de amigos con los que Mateo jugaba al fútbol. Todos salieron corriendo, pero el niÒo de 11 aÒos habría quedado rezagado o cayó al suelo. Esa habría sido, si se confirma que el asesino no buscaba a una víctima en particular, su sentencia de muerte. Mateo recibió diversas puÒaladas en el tórax y el abdomen. Un brutal

ataque, mortal de necesidad. Si no hay móvil claro, una hipótesis que ahora cobra fuerza es que el sospechoso pueda sufrir algún trastorno mental.

Esta teoría, de confirmars­e, avalaría la versión que ayer seguían repitiendo los vecinos: “Le tocó a Mateo como le habría podido tocar a otro”. Algunos vecinos apuntaron ayer que ese joven del que sí sospechan podría tener problemas mentales, “quería hacer daÒo a otra persona, a la que se la tenía jurada”, y fue este niÒo de solo 11 aÒos el que se llevó la peor parte. El detenido no tendría ninguna relación con Mateo, pero sí conocía a uno de los ami

gos del pequeÒo. La noticia del arresto de un joven que vive en la misma población se conocía, por otro lado, poco después de que el portavoz de la familia de Mateo, Asell Sánchez, apuntara a “un ataque premeditad­o” y perpetrado por “alguien que conocía muy

bien el entorno”. El homicida se coló en ese campo de fútbol por un agujero de la valla. Ese hueco no se ve a simple vista, hay que ir a buscarlo. Y escapó por el mismo lugar.

La noticia del arresto sí ha despejado, sin embargo, las dudas

generadas por una nueva campaÒa en redes sociales, que desde el primer momento y sin datos objetivos intentó relacionar ese trágico suceso con la inmigració­n. El portavoz de la familia no se cansó de repetir durante todo el día que los padres de Mateo solo quieren que se haga justicia, sin criminaliz­ar a ningún colectivo. Cerca de ese campo de fútbol hay un hotel que acoge a migrantes no acompaÒado­s, la mecha aprovechad­a para prender esta nueva campaÒa de desinforma­ción.

Las imágenes captadas por las cámaras del polideport­ivo y por dispositiv­os privados de seguridad han sido claves para dar con el presunto homicida. Y ahora se entiende por qué se cubrió el rostro con un paÒuelo en el momento del mortal ataque. Al frecuentar Mocejón (su madre vive en Madrid) era consciente de que podía ser identifica­do por otros habitantes de esa localidad. También resultará clave la ubicación de su teléfono móvil durante la jornada del domingo.c

La familia del niño ya había apuntado que el agresor tenía que conocer la zona por la mecánica del crimen

 ?? Ismael Herrero / EFE ?? La Guardia Civil rastrea el canal de la localidad toledana de Mocejón, en la que fue asesinado el niño, en busca del arma del crimen
Ismael Herrero / EFE La Guardia Civil rastrea el canal de la localidad toledana de Mocejón, en la que fue asesinado el niño, en busca del arma del crimen

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