Los empresarios apuestan a que Puigdemont siga al frente de Junts
Junts per Catalunya.
Aquí el objetivo es que este partido se convierta en un partido de oposición de centroderecha en Catalunya, con propuestas económicas concretas que las exhiba como alternativas ante las que formule el Govern de Illa o sus socios. Una pr·ctica que implicaría tanto la oposición como la búsqueda de colaboración con el Govern de Illa. En Madrid, todos parecen convencidos de que Puigdemont no forzar· una crisis irreparable con el Gobierno de S·nchez. Para la élite catalana, ahora se trata de convencer a los independentistas de que, cuando llegue el momento, sumen sus votos favorables a la nueva financiación para Catalunya que se contempla en el acuerdo entre el PSC y ERC.
En esa línea de transformación hacia el cl·sico partido de derecha burguesa, algunos dirigentes de Junts ya han comenzado un discreto acercamiento a las grandes empresas y también a lo que se conoce como el Ibex, para compartir criterios e inquietudes. Este es el caso de Jordi Turull, secretario general de Junts, y especialmente de Albert Batet, presidente del grupo parlamentario en el Parlament catal·n.
De todas maneras, no hay unanimidad entre las elites económicas catalanas sobre el papel que debería jugar Puigdemont. Algunos sectores creen que la última maniobra del expresident ha puesto de manifiesto que es un obst·culo para la evolución de Junts y esperan que en el próximo congreso del partido, en octubre, se pacte algún tipo de relevo o corrección, o la limitación de su papel, tras el conveniente maceramiento, en términos de opinión pública, desde ahora hasta el día del congreso. Aunque, sin duda, los sectores m·s influyentes juegan a su continuidad.
Otro vértice de esa geografía variable apunta al Gobierno de Pedro S·nchez, que siguen considerando necesario pese a que rechazan muchas de sus medidas económicas. Pero se impone la realidad de que sus medidas políticas –el indulto y la amnistía, así como varios pactos económicos– han contribuido de manera determinante al apaciguamiento político en Catalunya.
El espíritu de agradecimiento a S·nchez que expresó públicamente en mayo pasado Jaume Guardiola, presidente del Cercle d'Economia, sigue plenamente vigente. Este foro podría dar a conocer su opinión en una nota el mes próximo.
El cambio de gobierno en Madrid no se considera ni deseable ni positivo mientras no haya culminado el proceso de plena vigencia de la amnistía y el nuevo modelo de financiación.
Finalmente queda el PP. No hay que olvidar que a efectos empresariales se trata de seguir haciendo negocios en cualquier situación política, y estos creen que tarde o temprano les llegar· a los populares el momento de gobernar. Pero en este caso la cosa se antoja aún m·s complicada. Grandes empresarios y ejecutivos recuerdan que Feijóo, cuando era presidente de la Xunta, hasta abril del 2022, o incluso en sus primeros días en la presidencia del PP, les preguntaba, con aparente intención cómplice “¿tú, qué harías en Catalunya?” para sondear propuestas para superar la crisis. Ahora, aseguran esas fuentes, el líder popular sigue formulando idénticas preguntas, aunque a sus interlocutores ya les parece mera retórica. Como si el tiempo no hubiera pasado y siempre con el mismo resultado pr·ctico: formular planteamientos de choque y de negación de cualquier salida pactada a la crisis política catalana.
Ahora temen que los populares conviertan en su gran caballo de batalla, para competir con Vox y mantener su tirón demoscópico, la carga contra el pacto fiscal incluido en el acuerdo PSC-ERC para la investidura de Illa. Aunque en este caso confían en que algunos barones territoriales acaben viendo las ventajas de apuntarse para superar los problemas financieros de las comunidades que presiden.
El caso del presidente valenciano, Carlos Mazón, se cita como uno de los posibles puntos débiles del frente popular contra los avances en el nuevo modelo de financiación. Mazón visitó Foment en marzo, y en una comida con la cúpula de la patronal y otros empresarios se le preguntó qué opinaba sobre el acuerdo del PSOE con ERC para la investidura de Pedro S·nchez referente a la condonación del 20% de la deuda de la Generalitat con el Estado a través del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). Unos 15.000 millones de alivio para las arcas catalanas. El PP se opuso en su momento a la medida. Mazón, en cambio, ante los empresarios barceloneses optó por pedir m·s: no se pondría a discutir el asunto con el Gobierno central por menos del 80% o el 90% de condonación. Es decir, m·s de 46.000 millones.c
Los líderes empresariales piden a Junts que actúe como oposición de derecha en el Parlament y en el Congreso ....
...pero buscando a la vez acuerdos con Illa en Barcelona, así como con Sánchez en Madrid, que recojan sus aspiraciones