“No volveré a Rusia hasta que haya una amnistía para todos”
Tiene 21 años y nació en los suburbios de Moscú. Hijo menor de una familia de tres, dejó Rusia a los 19 años, solo dos semanas después del inicio de la invasión de Ucrania. Trabaja para Coming
Out, entidad que defiende a la comunidad LGTBI en Rusia desde hace dieciséis años, aunque actualmente vive en Lituania. Nos atiende en un centro autogestionado, una casa de madera en el centro de Kaunas que lleva el nombre de Emma Goldman, escritora feminista de origen lituano-judío.
¿Cuándo se da cuenta de que tiene que irse de Rusia?
Siempre había querido vivir en Rusia. Nací en el final del primer mandato de Putin y cuando era pequeño era obvio que algo iba mal. Mis padres querían que aprendiera alem·n, pero yo quería ser psicólogo y vivir en Rusia. En febrero del 2022, con la invasión de Ucrania, iba a una protesta y mis padres me dijeron que me fuera de Rusia. Me enfadé con ellos. Mi idea era cambiar el país desde dentro. Pero al final les hice caso.
¿A dónde se fue y por qué?
Fui a Turquía porque los billetes eran m·s baratos. Costaron mil dólares, solo de ida. Estuve en Estambul un par de semanas. Desde allí me fui a estudiar a Lituania. No he vuelto a ver a mis padres desde entonces, pero sé que mis amigos en Ucrania viven evitando que les caigan bombas del cielo; su sufrimiento y el mío no es comparable en ningún sentido.
Como activista LGTBI, ¿cómo era la vida en Rusia?
La homofobia institucional est· al alza. Tenemos una ley según la cual tener una bandera LGTBI es
propaganda. Y tenemos otra ley muy amenazadora: la prohibición de la transición de género. Hay millones de personas a quienes se les prohíbe ser quien son. Cuando vas al médico hay un 20% de posibilidades de que el doctor no te acepte porque tienes un historial relacionado con la comunidad LGTBI. Sería una pena rendirse y no vivir.
Más allá de las instituciones, ¿la sociedad es homofóbica?
Est· intrínsecamente relacionado. Cuando has escuchado noticias homofóbicas en televisión en los últimos veinte años, ¿cómo puedes no serlo? El 80% de las personas queer dicen que tras la invasión de Ucrania su ambiente se ha vuelto m·s homofóbico. Y esto tiene una explicación: Putin est· liderando una campaña contra la comunidad para distraer la atención de una guerra sin sentido.
¿Se imagina volviendo a Moscú?
Trabajo en una organización considerada un agente extranjero. El año pasado el Tribunal Supremo calificó el “movimiento LGTBI internacional” de extremista. Podría cruzar la frontera, pero no sé qué me podría pasar una vez dentro. No volveré a casa hasta que haya una amnistía para todos.c