“Antepongo la libertad a la coherencia”
Cantante, actúa en los festivales Sons del Món y Mar d’Estiu
Dice Luz Casal que no le gusta hablar de ella misma, pero que debe hacerlo para explicar su música porque su vida va “absolutamente pareja” a su carrera. “Todos los grandes momentos de mi vida est·n en relación a la música”, comenta de visita por Barcelona para promocionar los conciertos que dar· en los festivales Sons del Món (Roses, 7 de agosto) y Mar d’Estiu (Malgrat de Mar, 15 de agosto). Ambos forman parte de los m·s de 50 conciertos que ha dado ya para presentar Las ventanas de mi alma, último ·lbum y tal vez el m·s introspectivo en la larga carrera de esta coruñesa de 65 años que ha hecho de la libertad su bandera personal y musical.
¿Siempre encuentra la manera de poner música a su vida?
Una de mis suertes es tener olfato para saber que puedo cantar una canción determinada. Todo lo que he cantado me representa emocionalmente y a veces de manera privada, muy íntima. Adem·s, si no siento las canciones soy mala cantante, no puedo cantar una canción que no tenga algo melódicamente. Si hay una palabra que no entra, se me viene abajo todo el edificio.
¿Resulta difícil cantar temas muy personales?
El intérprete es como un actor, tú est·s con tu instrumento que es la voz, y con tu cuerpo, que es también tu instrumento y lo complementa. Yo canto dos canciones que son vocalmente muy intensas y que necesitan pr·cticamente toda la expresión de mi cuerpo, Besaré el suelo y Te dejé marchar, o como No aguanto más, una canción del primer ·lbum que canto pocas veces porque, de tanto repetir, “no aguanto m·s, no aguanto m·s”, me dan ganas de huir.
El público no entendería que saliera corriendo
En el estudio lo cantas de una manera m·s suelta pero en directo, entre el público, el ambiente y el sonido, se magnifica y se convierte en una cosa desgarradora. Pero hay que saber
llevarla, no te puedes echar a llorar porque entonces no cantas.
¿De dónde saca fuerzas para hacer tantos conciertos?
Hay un desgaste emocional que solo conoces tú, no es evidente, y otro físico que sí lo es. Pero est· compensado por hacer lo que quieres y por la reacción del público. Saber que vas a un lugar lleno de gente que desea escucharnos es una enorme responsabilidad, pero tienes una enorme sensación de agradecimiento. Supongo que he nacido para hacer esto.
Alimentar el ego a veces es bueno.
Yo lo traigo bastante a raya, me he salvado de tener episodios de arrogancia por haber empezado tan pequeñita, desde el suelo, y haber aprendido de los mayores
que el que tenía éxito este año, al año siguiente ya no est· ni va a estar nunca m·s. Es fundamental saber por qué est·s metida en esto, que es fundamentalmente vocacional. Te expresas, pero quieres que esa expresión le llegue o le sirva a alguien.
Esta sensación ¿conlleva una responsabilidad?
Sí, desde el momento en que tienes gente que te sigue y te admira. En mi caso llevo 13 años con el Festival de la Luz, que nace porque me dedico a la música, porque tengo suerte y porque esa suerte la quiero compartir. Este año va para la lucha contra el ELA, es una responsabilidad que tengo junto con todos los que trabajamos, algunos muchísimo m·s que yo
¿También hay exigencias a nivel personal?
Eso tiene que ver m·s con el ego. Como cantante no puedo mentir ni expresar algo que no sienta. No puedo cantar una letra misógina, o que hable de sexo explícito. Mi responsabilidad con la gente es ser coherente y mostrar lo m·s puro que tengo, eso implica no fallarme a mí como persona y no fallar a la gente.
¿Darles lo que desean?
No, eso es otra cosa, yo le ofreceré a la gente lo que yo creo que tengo que ofrecer.
Ser coherente.
Coherente y libre, antepongo la libertad a la coherencia. Yo podría haber sido coherente si hubiera seguido la estela del primer éxito popular en lugar de meterme en caminos inexplorados. ¿Por qué pegué ese cambio brusco? porque soy libre para hacerlo, y porque hay una coherencia que es mostrar lo m·s puro de mí aunque sea enseñando los defectos, tampoco pasa nada. No tengo vergüenza en decir que tengo fea una parte del cuerpo.
A nadie le preocupa que Bruce Springsteen tenga una parte fea del cuerpo.
No, ni que tenga la edad que tiene, en cambio con Madonna sí se preocupan de eso, o de qué se ha metido en la cara.
La imagen es una parte muy importante para el artista, para bien y para mal.
Con mis primeros ·lbumes, el día que no iba vestida de cuero era como si no fuera la misma persona. Hay gente que necesita los estereotipos, yo desde luego no.
El público necesita referentes.
Yo soy un referente de mujer libre desde hace un montón de años, con todas las circunstancias adversas que he sabido manejar con tesón y, por decirlo de alguna manera, elegancia.
En sus directos sigue interpretando Boig per tú, 25 años después de la muerte de Carles Sabater
Siempre tuve la sensación de que eso que Carles provocaba en la gente era por algo que se tiene o no se consigue, que es un ·ngel, algo que te hace amar a esa persona, que no tiene que ver ni con el físico, aunque era un tipo atractivo. Tenía eso que no todos los que nos dedicamos a la música tenemos, y él sí. Ha sido una canción que me ha dado muchas cosas, casi te diría que todas las veces que la canto tengo presente a Carles.c
Ego Me he salvado de tener episodios de arrogancia por haber empezado tan pequeñita”
Imagen “Hay gente que necesita los estereotipos, yo desde luego no”