Las lluvias dan una tregua a pantanos tras dos años de escasa actividad
obtienen. “La temporada empieza en Semana Santa, pero este año no la hemos iniciado hasta julio”, explica Marc Álvarez desde Sau. Este era uno de los argumentos que la FIHRT incluía en su recurso. Su secretario general, Dani Braser, explica además que la tasa, aunque congelada, se ha ido pagando también durante la sequía. “Nos la han cobrado igual sin poder apenas trabajar”, critica. A pesar de esta reducción, el sector considera que los nuevos valores siguen estando muy por encima del IPC acumulado desde el 2016 y volverán a recurrir la última resolución de la ACA. “No se tiene en cuenta los dos años de sequía y planes Alfa”, afirma Braser.
Por el camino se han perdido empresas como Mosenpark, con base en el club náutico de Sau, que cerró hace tres años. “El nivel del pantano descendía muy rápido y era cada vez más difícil trabajar”, explica Enric Dosta. La mayoría ha tenido que reducir personal, según explica Mariona Martí, que gestiona la Caseta del Pantà, en Sant Ponç, y preside la Associació d’Activitats Nàutiques i de Natura de les Aigües Interiors de Catalunya, que agrupa a una quincena de empresas. En Darnius-Boadella, Joaquín González, de la empresa Màgic Empordà, cifra en un 70% la caída de negocio. Con una actividad que se limita a apenas 90 días, ya se ha buscado otro empleo para complementar. Otros como Albert Caellas, hasta hace dos años en el pantano de la Llosa del Cavall, está ahora en Oliana, perteneciente a la Confederación Hidrográfica del Ebro. Dice que allí no paga este canon, pero cuenta con menos turismo. “El futuro lo veo negro”, afirma.c