Putin deja la artillería sobre la campaña electoral de EE.UU. a sus propagandistas
El Kremlin muestra prudencia mientras los medios lanzan críticas, insultos y mofas
Cuando en noviembre del 2016 Donald Trump derrotó a Hillary Clinton en las elecciones estadounidenses de ese año, los diputados de la Duma rusa brindaron con champán. El ya fallecido ultranacionalista Vladímir Zhirinovski, entonces líder del Partido Liberal-Demócrata de Rusia, apareció en los programas de televisión copa en mano felicitando a rusos y norteamericanos porque EE.UU. estaba “de fiesta”. Ocho años después, los propagandistas rusos no ocultan sus preferencias y ya están deseando vivir escenas parecidas y volver a descorchar más botellas dentro de cuatro meses.
Las elecciones presidenciales de Estados Unidos del próximo 5 de noviembre son este año uno de los temas estrella en los programas de la televisión rusa, donde se escenifican pseudodebates en los que todos los participantes están de acuerdo en lo esencial.
En ellos no hace falta dar directamente el apoyo a Trump. Basta la crítica contra el candidato demócrata: antes, el actual presidente, Joe Biden; ahora, Kamala Harris, que seguramente le sustituirá. La renuncia de Biden a la reelección ha proporcionado mucha munición a los platós de televisión de Moscú, sobre todo en un momento en el que el conflicto con Ucrania parece encontrarse estancado: sin avances significativos en el campo de batalla y últimamente con tímidos llamamientos a negociar sin ceder nada, que tampoco abren de momento una vía de solución.
Vladímir Soloviov, considerado el principal propagandista ruso, dejó clara su opinión mostrando el domingo 21, tras la renuncia de Biden, un vídeo en el que Trump llamaba “loca” a Kamala Harris, debido a su risa. E insistiendo en uno de los argumentos recurrentes contra el actual presidente estadounidense, sus 81 años, dijo: “Abuelo, guiña un ojo si te han secuestrado”. Invitada ese día al programa de Soloviov, la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova, añadía que tal vez Biden no se dio cuenta de que había renunciado a la reelección. “Todo el que sigue la situación en Estados unidos se pregunta: ¿está el propio Biden al tanto de la declaración emitida bajo su firma en la que se dice que ya no participará en la carrera electoral?”, dijo la diplomática.
“Kamala con el botón nuclear es peor que un mono con una granada”, dijo en el mismo espacio el decano de la facultad de Política Internacional de la Universidad Estatal de Moscú, Andréi Sídorov.
En programas de la televisión estatal y podcasts de los influen
cers pro Kremlin se repite la misma canción: Biden es un viejo perdedor gagá, Harris es mucho peor y el sistema y la democracia americana están en las últimas, lo que se acerca a algunos de los argumentos de Trump.
El propagandista Serguéi Mardan escribió: “El Estado profundo está planeando elegir a una baba para presidente”, usando una palabra despectiva en ruso que podría traducirse por tía. “Creo que ahora (el presidente de Ucrania) Volodímir Zelenski está asustado de verdad”, añadió.
Hay que tener en cuenta que Biden y los demócratas estadounidenses han sido los apoyos más firmes de la posición ucraniana. Trump, por el contrario, presiona para que haya acuerdo y termine la guerra. Su candidato a vicepresidente si gana las elecciones, J.D. Vance, prefiere centrarse en China y olvidarse del conflicto europeo. Además, el republicano no ha
tenido reparos en criticar a los otros países de la OTAN, lo que ha levantado entusiasmo en medios políticos y propagandísticos de Moscú.
Al concebir la política como negocio, Trump es más partidario de hablar. Aunque eso no implica acuerdo, ya es una gran diferencia para Moscú. Si Trump gana las elecciones, “lo primero que hará es proponer a Moscú una u otra vía de negociación” para el conflicto con Ucrania, aunque la posibilidad de acuerdo “dependerá mucho de la situación en el frente”, escribió en el digital Vzgliad el politólogo americanista Malek Dudakov.
En medio de la artillería mediática, el Kremlin apuesta sin embargo por la calma, tal vez una falsa indiferencia del portavoz, Dimitri Peskov, y puntualmente, el regate en corto del presidente ruso, Vladímir Putin. El término futbolístico viene a cuento por unas declaraciones del pasado febrero en la televisión estatal rusa, en las que aseguró que prefería como presidente de Estados Unidos a Biden que a Trump.
Una declaración sorprendente y que tal vez juegue al engaño, dirigida a dañar la propia credibilidad del presidente estadounidense, dicen unos. Una especie de troleo, dijeron algunos medios rusos. Fue un “cálculo preciso”, apuntó en su programa Soloviov.
En su posición de prudencia, Peskov ha señalado que todavía quedan cuatro meses hasta las elecciones en Estados Unidos y que “muchas cosas pueden todavía cambiar” hasta entonces. “Para nosotros, la prioridad es lograr los objetivos en la operación militar especial” en Ucrania, añadió usando el eufemismo oficial.
Eso no fue obstáculo para que el portavoz remarcara que con Kamala
Sobre la candidata demócrata: “Harris con el botón nuclear es peor que un mono con una granada”
Putin llegó a decir que prefería Biden a Trump, lo que se interpretó como un “cálculo preciso”
Harris no hay visos de buenas relaciones con Washington, debido a su “retórica hostil” hacia Moscú.
Los propagandistas rusos pueden hacer la ola a cada crítica de Trump contra su nueva adversaria demócrata, pero el poder lanza la idea de que, aunque gane el empresario neoyorquino, Rusia no se puede hacer ilusiones. Peskov ha dicho que la presidencia de Trump 2017-2021 no trajo nada bueno para Rusia, “de hecho, hubo más restricciones”, aunque admitió que, “al menos, hubo diálogo”.
El viernes pasado, Peskov mostró su contento por los comentarios de Trump, que calificó a Rusia como “máquina de guerra” y recordó las derrotas de Napoleón y Hitler en Rusia. Pero el portavoz del Kremlin señaló también que están persuadidos de que, a pesar de su mensaje antisistema, Trump ha representado a la élite política con puntos de vista antirrusos.
Zhirinovski falleció durante la pasada pandemia de coronavirus. Así que es probable que una victoria de Donald Trump resulte en la Duma rusa menos fiestera que en el 2016. Pero el entorno del poder ruso no dejará de alegrarse por una situación que, según cree, favorecerá los intereses del Kremlin de Putin.c