Hallados pesticidas prohibidos en los parques de Doñana y Tablas de Daimiel
Detectada una presencia generalizada de insecticidas en las aguas y los suelos
Los espacios naturales con mayor grado de protección y m·s valiosos no se libran de la contaminación por pesticidas, sobre todo insecticidas empleados para usos agrarios en los entornos de estos enclaves. Este es el caso de los parques nacionales de Doñana y Tablas de Daimiel, que sufren un importante nivel de degradación por pesticidas tanto en sus aguas como en sus suelos, según un estudio llevado a cabo por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). El estudio señala la presencia generalizada de tales sustancias tras una investigación que ha evaluado m·s de cien tipos de pesticidas diferentes, incluyendo tanto los que se han hallado en el agua como los que quedan retenidos en los suelos.
“Tanto en un parque nacional como en otro hemos visto una amplia presencia de diferentes tipos de pesticidas, de manera que el riesgo que pueden provocar es de moderado a alto en todos los puntos que hemos muestreado en ambos parques nacionales”, declara a este diario Ethel Eljarrat,
El informe resalta riesgos potenciales de moderados a altos en todos los puntos de muestreo
investigadora del Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA-CSIC), que ha capitaneado este trabajo.
“Mires donde mires, en estos parques el problema de estos riesgos es generalizado”, sentencia Eljarrat. El trabajo, publicado en la revista Chemosphere , es el estudio m·s completo realizado hasta la fecha sobre pesticidas en ·reas protegidas de España. Esta evaluación del riesgo de la presencia de pesticidas para los organismos acu·ticos proporciona conocimiento sobre el impacto de las actividades agrícolas en dos ·reas protegidas.
El trabajo confirma la presencia de pesticidas que no est·n permitidos según la legislación vigente. El estudio se llevó a cabo en el año 2021. Y tanto en las muestras de agua como en las de sedimentos, se han encontrado pesticidas prohibidos por la UE
desde 2009 para uso agrícola. Lo m·s novedoso y preocupante es que se han encontrado ahora en agua pesticidas prohibidos hace m·s de una década, lo que claramente indica que son de “un uso reciente” (como el clorpirifos, la terbutrina o el diazinón).
Su aparición en el agua podría deberse a una resuspensión de los pesticidas presentes en los sedimentos; sin embargo, la vida media de las sustancias encontradas no justificaría esa presencia desde el año 2009 (cuando se prohibieron) hasta el 2021 (cuando se llevó a cabo la investigación), con lo cual se podría intuir que “en algún momento se ha hecho un uso inapropiado”.)
El estudio no entra en el detalle que supone el hecho de que la legislación prohíbe determinadas sustancias, pero las autoridades responsables del Ministerio de Agricultura pueden introducir
excepciones temporales u otras exenciones justificables por diversos motivos. “Eso requeriría un estudio m·s complejo para detectar las fuentes exactas de la contaminación y ver si es debida a alguna actividad que esté permitida”, añade Eljarrat. También se han encontrado sustancias que en el año 2021 estaban permitidas, pero que pasaron a estar prohibidas por la UE en 2022 (como el oxadiazón o la ciflutrina, entre otras).
“Sería importante llevar a cabo m·s estudios como éste que nos permitan verificar si los nuevos compuestos introducidos en la normativa de 2022 se han dejado de utilizar y, de no ser así, identificar las fuentes de contaminación y actuar en consecuencia”, destaca Ethel Eljarrat.
Los compuestos que comportan mayor riesgo por su elevado nivel de concentración, tanto en
agua como en sedimentos y tanto en Doñana como en Tablas de Damiel, son tres insecticidas: cihalotrina, el fenvalerato y la permetrina. Otro compuesto que causa preocupación es el clorpirifos, una sustancia organofosforada (con características similares al DDT), o el diflufenican (posible disruptor endocrino).C
“A pesar de que la normativa de los parques nacionales es la de mayor protección legal, los pesticidas procedentes de las actividades agrícolas cercanas est·n afectando a los seres vivos que los habitan”, añade Eljarrat.
El trabajo se emprendió porque un estudio previo del mismo grupo de investigación ya alertaba sobre la presencia de algunos pesticidas, como la bifentrina, un insecticida piretroide (sustituto de los organofosforados y organoclorados, y también tóxico), cuyo uso agrario est· prohibido, en muestras de huevos de aves recolectados en Doñana. Y todo ello dio lugar a que se emprendiera un trabajo de mayor alcance como el actual. Y en el marco de este nuevo proyecto, se ha visto también cómo la acumulación de pesticidas reducía la capacidad
Demostrada la influencia de productos fitosanitarios usados en los cultivos circundantes
reproductiva de algunas especies de aves de Doñana.
“En Doñana y en las Tablas de Daimiel se observa la influencia de productos fitosanitarios usados en los cultivos circundantes en la contaminación de estos parques. Esta contaminación en muchos casos puede ser peligrosa para la fauna acu·tica y tiene, sobre todo, una importante capacidad para afectar a la biodiversidad”, resume Yolanda Picó, coautora del estudio.
Asimismo, se han detectado mayores niveles de contaminación en algunos puntos cuyo caudal era menor en el momento del muestreo. “La escasez de agua provoca el aumento de la concentración de la contaminación”, indica Miguel ¡ngel Bravo, conservador del espacio natural de Doñana, coautor del trabajo.
La evaluación del riesgo de la presencia de pesticidas para la fauna acu·tica es de primordial importancia para conocer la incidencia que est·n teniendo las actividades agrícolas. Y estos resultados incluyen la evaluación de los riesgos potenciales de esta contaminación, que son calificados de moderados a altos en todos los puntos de muestreo de ambos parques nacionales.
En el trabajo han participado también la Estación Biológica de Doñana, el Museo Nacional de Ciencias Naturales y el Centro de Investigaciones sobre Desertificación.c