‘Fake news’ made in ERC
El mentiroso siempre es el otro. ¿Fake news? Jam·s. Busquen en otras partes. Aquí tenemos los pies clavados en la baldosa de la verdad y no los movemos ni para ir al baÒo. Sepan que son los algoritmos y los influencers de la derecha y la extrema derecha –y solo ellos– los que han arrancado, como si de mala hierba se tratara, la verdad de la maceta de la actualidad. La izquierda es un confesionario: solo verdades y absolución. L·stima que los hechos den al traste con sermones tan bien trabados. Y descubrir que los que se ven a sí mismos como apóstoles de la pureza también visitan los burdeles de la infamia.
Sabemos ahora que fue ERC quien empapeló la ciudad de Barcelona con vomitivos carteles de los hermanos Maragall –Ernest y Pasqual– con la leyenda “Fuera el alzheimer del Ayuntamiento”. Lo hizo para embrutecer la conversación social y política y dar protagonismo a su candidato a través de un esc·ndalo inducido por el propio partido. Vomitivo.
Tal bajeza no admitía atenuantes una vez cometida. Pero sí podía agravarse. Y ERC optó por lo segundo al decidir tapar las vergüenzas de los culpables cuando supo lo que había sucedido gracias a las pesquisas de los Mossos de Escuadra. La investigación interna que ahora anuncia ERC, simulando una gran indignación, no existiría si no fuera por la publicación del esc·ndalo en las p·ginas del diario
Ara. Y sí, el encubrimiento cómplice hasta la fecha acrecienta la canallada.
El esc·ndalo coincide con la batalla cainita que se libra entre los republicanos. Sobra decir que al resto de los mortales nos resulta indiferente si la vileza perpetrada da munición al junquerismo en detrimento del rovirismo. Lo que sí nos ataÒe, en cambio, es tener cuanto antes la certeza de que los responsables profesionales y políticos de esta bajeza han dejado o dejar·n de inmediato de manejar recursos públicos.
De momento, el dedo acusador del partido se ha dirigido únicamente hacia Tolo Moya, director de comunicación de la formación cuando se produjeron los hechos. …l, por su parte, ha amenazado ya con tirar de la manta y seÒalar a los verdaderos culpables. Y es ahí donde emerge de fondo Sergi Sabrià, viceconseller y mano derecha de Pere Aragonès. Urgente aclarar su papel en esta ópera bufa. Y que, caso de acreditarse su participación en tamaÒa inmoralidad, no permanezca ni un minuto m·s ni siquiera en funciones, en el Palau de la Generalitat.
Las sospechas van m·s all· de la campaÒa ultrajante con los hermanos Maragall y la indecente invocación al alzheimer. Dibujan la posibilidad de que existiera una estructura dedicada a las campaÒas de intoxicación. Lo que vendría a significar la normalización de la guerra sucia informativa por parte de los republicanos (con m·s voluntad que acierto –hay que aÒadir–, a la vista de los pésimos resultados de este partido).
Huelga decir que ERC no est· sola en este modo de entender la comunicación política. Esc·ndalos tan abyectos moralmente como el conocido ahora siguen sorprendiéndonos. Pero quiz·s no deberían. Por ejemplo, sabemos –y damos por natural e inevitable– que los partidos trabajan en las redes con perfiles anónimos robotizados para crear estados de
La campaña vendría a significar la normalización de la guerra sucia informativa
opinión a través de la mentira, el insulto o el intento de cancelación de líderes de opinión que se identifican como enemigos. Así que lo que ha hecho ERC con la campaÒa de los Maragall y el alzheimer no es m·s, en el fondo, que flexibilizar un poco m·s el nivel de tolerancia hacia la mentira y la ruindad. Como en el rascar, todo es empezar. Si uno mueve una vez el límite de lo que es aceptable, ¿por qué no hacerlo una segunda, tercera y cuarta? Y eso vale para todos. ¿Fake news? M·s que seÒalar al otro, preguntémonos quién no est· jugando ahora mismo a ese juego.
Les dejo. Durante los próximos dos meses me leer·n en las p·ginas de Internacional, no en las de Política. Me voy a Estados Unidos a asombrarme de lo que est· sucediendo y puede suceder en aquel país. No se me ha ocurrido nada mejor para este cambio de tercio temporal que un de oca a oca muy particular: de las fake news a la catalana a las fake news a la americana. De la copia al original. Happy summer my friends!