El fallo de la CIJ advierte a Israel de que evite la “destrucción física total o parcial” del pueblo palestino
su preocupación por el destino de los rehenes secuestrados en Israel durante el ataque terrorista de Hamas del 7 de octubre.
El fallo de La Haya llegó a Israel en vísperas del sabbat. Después del inmediato ataque aéreo contra Rafah denunciado por
Palestina, la primera reacción oficial israelí se produjo mediante un comunicado del Ministerio de Exteriores, que calificaba de “falsas y repugnantes” las acusaciones de genocidio vertidas por Sudáfrica y negaba los argumentos en que se basa la resolución de la CIJ. “Israel no ha llevado a cabo ni llevará a cabo ninguna actividad militar en la zona de Rafah que cree condiciones de vida que puedan conducir a la destrucción de la población civil palestina, total o parcialmente”, aseguraba la nota diplomática.
Por su parte, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abas, celebró la decisión de la corte e hizo un llamamiento a presionar a Israel para que acate la orden. “Llamamos a la comunidad internacional a obligar al Estado ocupante a implementar las decisiones de la CIJ y a presionarlo para que respete y aplique las decisiones sobre la base de la legitimidad internacional y el derecho internacional”, manifestó Abas en un comunicado, que remarcaba que Israel “está quedando aislado” en el mundo.
La mayoría de países y organismos árabes, como Jordania, Egipto o el Consejo de Cooperación del Golfo, emitieron comude
Poco después de la lectura del fallo, Palestina denunció un ataque aéreo sobre Rafah
nicados exigiendo a Israel que cumpla la orden del tribunal. Entre estos, Arabia Saudí pidió que la resolución se extienda a todos los territorios ocupados por Israel para detener “todas las formas de agresión” contra los palestinos.
La orden de la corte responde