“Mi única ambición es ser una idea en la actual era del pop”
Con más de 70 álbumes a sus espaldas, el prolífico compositor e intérprete Wim Mertens (Neerpelt, Bélgica, 1953) vuelve a ser noticia por la publicación de Ranges of Robustness. A la venta el 7 de junio, lo presenta el 23 en Umusic Hotel Teatro Albéniz de Madrid, en el marco de Universal Music Festival. Son 44 años de carrera discográfica a razón de casi dos trabajos por año que le han llevado a colaborar en el teatro y el cine (suya es la música de El vientre del arquitecto de Peter Greenaway). Ahora investiga diferentes rangos de robustez...
¿Explora acaso la solidez del ser humano tras la covid?
No, no tiene que ver la pandemia. Es porque me encanta la musicalidad de esta palabra. En inglés suena mainstream y también en neerlandés, pero me hace feliz que en España tengan robusteza. Podemos hacer la entrevista solo sobre este tema, la erre de robusteza.
¿De verdad?
Estoy enamorado del sonido de las palabras. Lo importante son las erres y yo la llevo en mi nombre: ese sonido te da la capacidad de cambio. Porque en alemán, en neerlandés y flamenco decimos una cosa que no es ningún cliché: la palabra equivale al tema. No pasa con el francés, la lengua de la fantasía, pero quizá sí en español. Cuando estás en una situación o incluso componiendo, necesitas la habilidad de turn around [en inglés, dar un giro] que te lleve a soluciones. Puedes tener un bonita idea pero para traducirla en música necesitas esa erre de Mertens o de Ranges of ‘robusteza’. Su nombre, Maricel, también lleva esa erre. Bien, no me gusta la gente que no la tiene, son demasiado predecibles y estables, no pueden cambiar. La erre es transición para hacer una corrrrrección.
¿Al componer le impulsa la emoción, una idea o un concepto?
Odio todo aquello que en la vida o la música es conceptual, porque un concepto está fuera de la realidad. Pone demasiado énfasis en el aspecto racional, no es elemento
creativo suficiente. Y la música minimal americana para mí es demasiado conceptual. Puedes tener un bello concepto, pero como compositor te pliegas a él. Eso lo dejé de hacer en 1980. Tiene que ver con tu carácter, con dónde naciste y muchos factores que no puedes controlar. No he nacido en una ciudad de millones de personas (para eso sí que necesitas un concepto), prefiero no componer o cometer errores que componer de manera conceptual. Y no significa
que no lo haya hecho. Al inicio lo hice y quedé tan decepcionado que cometí un error en el título, puse una i en Inergys en lugar de una e. Aquella pieza de mi tercer álbum la compuse sentado por casualidad junto a Laurie Anderson en un vuelo de Nueva York a San Francisco. Y cometí un error al contar, así que esa fue mi experiencia en música conceptual.
¿Y qué hay de las emociones?
Voy con cuidado con las emociones en mi música. Mi madre no era una persona muy emocional. Hace 20 años publiqué Skopos, que en griego es la línea que sigue una frase melódica para dar en el blanco. La emoción no puede ser ese blanco, porque es un efecto de esa melodía. El compositor ha de poder producir esas líneas melódicas pero se recibirán en un lugar y momento particular en una primera experiencia. Y quedarán en la memoria y crecerán. De ahí que pueda venir la gente a decirme que mi música es parte de su vida.
¿Le parece que su público se renueva o es aquel que quedó prendado
Sonido minimalista Prefiero no componer o cometer errores que componer de manera conceptual”
en las décadas de los 80 y 90?
Mi única ambición es ser una idea en el tiempo al que pertenezco, una inspiración en esa era del pop en la que vivimos. Mi música no es predecible, no es un concepto.
¿Es difícil mantener esa libertad creativa viviendo en Europa?
Acepto cien por cien que soy europeo y me quiero expresar en la tradición europea. La música ha de ser universal, pero ha de venir de una inspiración local, ligada a un cierto lugar. Mi padre era músico amateur y a mi me interesa el sonido orquestal, colores distintos. Eso está en tu sistema y has de hacer algo con ello. Yo me obligo, como músico e intérprete.
Es flamenco, pero vive en un lugar con varios gobiernos: alemán, francés... ¿En qué lengua sueña? La cuestión es si sueño. Son sueños eróticos pero no verbales.c