Catalunya compra 13 desalinizadoras para evitar el uso de barcos cisterna
El Port de Barcelona acogerá una instalación flotante valorada en 100 millones
Cambio de rumbo. Adiós a los barcos de agua, bienvenidas las desalinizadoras port·tiles. El conseller de Acció Climàtica, David Mascort, ha anunciado que la Generalitat instalar· una desalinizadora flotante en el Port de Barcelona para ser usada en caso de que la sequía se agrave en la región de Barcelona y Girona, y se entre en emergencia en grado II, lo que, según las actuales previsiones, podría darse en octubre si no llueve. Mientras tanto, el Govern ha descartado el uso de barcos procedentes de Sagunt. La desalinizadora flotante podría dar suministro equivalente al 6% del consumo de agua en el ·rea de Barcelona (concretamente, en el entorno de 27 municipios cercanos). Adem·s, el Govern ha previsto la compra de 12 desalinizadoras móviles para el Alt Empordà, en donde la emergencia ha alcanzado el nivel 2 y existe un riesgo de que el suministro se vea comprometido este verano.
Las desalinizadoras flotantes, dotadas de una plataforma sobre
La instalación del Port producirá el equivalente al 6% del consumo de agua en el área metropolitana
el mar, est·n equipadas con los elementos y la tecnología necesarios para llevar a cabo un proceso de desalinización por ósmosis inversa. Esta solución se activaría coincidiendo en emergencia II, que no se prevé que se active antes de octubre del 2024.
El Govern sostiene ahora que la solución de la desalinizadora flotante es m·s eficaz, pr·ctica y barata que el transporte en barco. Juzga que es una solución m·s “económica, ambientalmente m·s sostenible y mucho m·s estable para asegurar el abastecimiento”. Aduce que el coste sería la mitad en relación al transporte en barco. El agua desalinizada en el puerto de Barcelona podría alcanzar los 40.000 metros cúbicos al día, mientras que cada barco solo aportaría entre 20.000 y 25.000 metros cúbicos. En total son 14,4 hectómetros cúbicos al año (el 6%
del consumo en esos 27 municipios metropolitanos).
En global se ha previsto que el Govern destine a la desalinizadora flotante 100 millones de euros por un funcionamiento durante cinco años, aunque no es una inversión en sentido estricto, sino que en esta suma se incluye la totalidad de los costes de producción del agua. El conseller aclaró que estos nuevos recursos no supondr·n ningún encarecimiento del precio del agua para los usuarios domésticos, dado que este ya est· integrado en la tarifa vigente.
La desalinizadora la debe construir Abengoa, se colocar· en una instalación en el puerto de Barcelona y el agua producida se conectar· con la red de abastecimiento de manera directa. No har· falta una conexión nueva desde la planta a la red, pues se aprovechar·n las instalaciones ya existentes
que se iban a utilizar para la descarga del agua desde los barcos. La desalinizadora estar· ubicada en el Moll de l’Energia del puerto.
“La entrada en funcionamiento sería en octubre, que es cuando prevemos entraremos en emergencia
II si no llueve m·s”, dijo Mascort. El Govern compra la desalinizadora por cinco años bajo la premisa de que en cinco años ya estar·n construidas las dos nuevas desalinizadoras fijas previstas: la de la ampliación de la Tordera (Blanes) y la nueva en Foix (Cubelles), y, adem·s, estar·n disponibles los nuevos recursos de aguas regeneradas.
En ese horizonte de cinco años, las nuevas infraestructuras ya estarían disponibles y se supone que ya no sería necesaria la desalinizadora flotante. ¿Y qué se har· después con ella? “Si para entonces necesitamos m·s agua, nos la quedaremos; y si no, el Govern la vender·. Es una instalación para cubrir la falta de agua que tenemos”, dijo el conseller.
El puerto de Barcelona ya dispone de las instalaciones preparadas para esta conexión, que son las mismas que las que estaban a punto ante la posible descarga de agua desde barcos. Asimismo, se ha determinado el punto en el que se ubicar· la desalinizadora y la