El aroma de los imperios
EMoscú Rojo y Chanel n.º 5, dos perfumes para dos mundos antagónicos
n demasiadas ocasiones la verdad no cabe en lo verosímil y ha de quedarse fuera de las novelas. Xavier Vidal (Llibreria NoLlegiu)explicabaelaumento de demanda de no ficción debido a la calidad y la voluntad de entretenimiento de muchos de los libros que antes solo eran tesis plomizas o ladrillos con los que apuntalar paredes medianeras. Una de esas historias demasiado increíbles para ser una novela est· servida en la mesa de novedades de su librería favorita y se titula El aroma de los imperios (Acantilado). Su autor es Karl Schlögel, y hace unos años nos apabulló y estremeció con el delirio de Terror y utopía, un documento sobre la m·quina de horror que fue el estalinismo en una ciudad y un año: Moscú, 1937.
Pero yendo a El aroma de los imperios, para impregnarnos de la anécdota increíble, tenemos a dos prestigiosos perfumistas franceses ubicados en un Moscú que vive, sin sospecharlo, sus últimos años antes de la revolución. Ambos –Ernest Beaux y Auguste Michel–, para celebrar el tercer centenario de la dinastía Rom·nov, reciben el encargo de crear un perfume que reúna la esencia zarista. Así nace Bouquet Catalina I, quintaesencia de la elegancia y de los Rom·nov.
Como dice el dicho mexicano, si quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes. Todos los réditos que esperaban obtener nuestros franceses quedan destrozados con la revolución bolchevique. Uno de los perfumistas huye a Francia, pero el otro no puede y se queda en Moscú. Ambos poseen la fórmula del perfume Rom·nov. Y cada uno añade sutiles diferencias al corpus arom·tico.
El triple salto mortal llega ahora: Michel, en la URSS, crea el perfume sofisticado ruso de uso en embajadas, óperas y abrigos de pieles Moscú Rojo, y Beaux, en París, tropieza y trabaja para Coco Chanel y crea Chanel n.º 5. Dos perfumes nacidos del mismo perfume para dos mundos antagónicos. Intenta inventarte eso en una novela sin hacer el ridículo.c