La Vanguardia (1ª edición)

Tras la escoba de Harry Potter

El ‘quidditch’, refundado como ‘quádbol’, se extiende por Europa y triunfa en Salou con un torneo internacio­nal de 56 equipos y mil jugadores, incluidos devotos y conjuntos catalanes

- Esteve Giralt ALBA ARAYA Salou / Barcelona

Corren y se pasan el balón con un palo de escoba entre las piernas, pero sin ramas. No vuelan, hacen placajes y hay mucha intensidad en el juego, con un gran trabajo colectivo para marcar cada gol: lanzar la pelota con la mano por el interior de uno de los tres aros, fijados en el final del campo rival. El juego, convertido en deporte, se ha rebautizad­o como quádbol pero tiene sus orígenes en el quidditch de la exitosa saga de Harry Potter. Los fines de semana se pueden ver a algunos de sus practicant­es jugando junto al río Besòs o también en el cauce del Francolí, en Tarragona, entre miradas de sorpresa.

Salou ha acogido este fin de semana un gran torneo europeo con 56 clubes de dieciséis países y 1.000 jugadores: la European Quadball Cup. Brit·nicos, donde nació la obra de la escritora J.K Rowling, y alemanes son mayoría. Pero hay también franceses, polacos, checos, belgas, italianos o españoles. Salou ya acogió un torneo de seleccione­s (Nations Cup).

Da gusto ver el buen ambiente entre decenas y decenas de jóvenes con un gran espíritu competitiv­o, pero con un enorme respeto por el rival, sobre los campos de futbol del Mediterran­ean Sport Village, adaptados para el evento. La socializac­ión y los valores son parte esencial de un deporte mixto que adem·s especifica en su reglamento la inclusión de las personas no binarias.

Marta Ramón Galindo, integrante del cuerpo técnico de Buckbeak Riders (Valencia), destaca unos valores centrados en “la empatía, la tolerancia y la aceptación de cualquier persona con independen­cia de sus caracterís­ticas individual­es”. Ramón ha sido la primera entrenador­a con discapacid­ad de toda España.

Junto a los valenciano­s, que juegan la Copa Catalunya, en Salou est·n los Barcelona Eagles. Hay también jugadores catalanes en otros equipos. Es el caso de dos jóvenes de Santpedor (Bages) enrolados en un conjunto malagueño de Primera División, los Malaka Vikings, el primer conjunto andaluz de quidditch, que reúne, adem·s de dos catalanes, a gallegos o vascos. “Es muy emocionant­e jugar con gente de toda Europa, tenemos mucho en común. Sí, me gusta Harry Potter, pero no tiene nada que ver”, cuenta Cristina Pera. “Es un deporte distinto, los que estamos aquí compartimo­s gustos y aficiones como el manga o Harry Potter”, dice Daniel Morales.

Es un deporte de contacto, muy joven, con siete jugadores por equipo, creado hace solo quince años en Estados Unidos. Se juega en la actualidad en cuarenta países de todo el mundo, miembros de la IQA (Internatio­nal Quadball Associatio­n). En España, el deporte cogió fuerza hace doce años. Catalunya fue pionera.

“El origen est· en Harry Potter, pero se han ido introducie­ndo muchos cambios”, destaca Marc Alcalà, secretario de la Associació de Quadbol de Catalunya. Con el tiempo se han ido desvincula­ndo de la saga de ficción para poder crecer. “Tiene muchas barreras de prejuicios”, advierte Marta Ramón. Kathryn Murgolo, capitana de los Barcelona Eagles, va m·s all· y asegura que una de las razones por las que se decidió cambiar el nombre de quidditch fue para

Es inclusivo, mixto, apela a los no binarios y se disputa entre el buen rollo, los valores y la socializac­ión

Tiene cosas del rugby, el balonmano, el juego de matar y del pañuelo, con mucho contacto y placajes

separarse de J.K Rowling y sus declaracio­nes sobre la transfobia. También para evitar problemas con el copyright y optar a patrocinad­ores.

La escoba m·gica es ahora un palo de pl·stico mucho m·s pequeño, sin ramas. “Era peligroso”, recuerda Alcalà. El campo no es ovalado, como el de Harry Potter, sino rectangula­r. Tiene elementos del rugby, el balonmano, el juego de matar o del juego del pañuelo. Hay contacto, placajes y cargas. Muchos juegan con protector bucal. Hay tres balones de matar que permiten interrumpi­r la jugada del rival.

La principal barrera a la que se enfrenta ahora el quádbol para poder crecer es el desconocim­iento y los prejuicios. La presidenta de la Asociación de Quadball España, Carmen Gonz·lez, reconoce que el estado actual del deporte no es f·cil. “Antes de la pandemia en España había 20 equipos y en Catalunya ocho. Actualment­e, tenemos seis equipos españoles compitiend­o, mientras que en Catalunya solo hay dos”.

Un torneo europeo como el de Salou, bien organizado y con gran éxito, ayuda a romper barreras. “Intentamos que sea un deporte oficial, aunque el camino se ve bastante difícil”, admite Daniel Price, del comité organizado­r de la competició­n. ●

 ?? Xavie Ce ve a ?? Aficionado­s al quádbol, con sus orígenes en el quidditch, jugando en el cauce del río Besòs
Xavie Ce ve a Aficionado­s al quádbol, con sus orígenes en el quidditch, jugando en el cauce del río Besòs
 ?? Xavi Ju io ?? La European Quadball Cup este fin de semana en Salou
Xavi Ju io La European Quadball Cup este fin de semana en Salou

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