EE.UU. veta de nuevo en la ONU una propuesta de alto el fuego en Gaza
Estados Unidos volvió a quedar ayer, con su veto, como el único país en el Consejo de Seguridad de la ONU que se opone a un alto el fuego humanitario inmediato en Gaza, protegiendo a Israel.
Esto propició que recibiera acusaciones directas, como la de Rusia, de que Washington fomenta la matanza de palestinos, con m·s de 30.000 difuntos en cuatro meses de conflicto.
La misión estadounidense trató de frenar el desastre con un borrador paralelo en el que por primera vez incluía el término “alto el fuego temporal”. Sin embargo, defendió que esto se ha de producir en el momento adecuado, a diferencia de la propuesta de Argelia, sufragada por los países ·rabes, de que el freno en la guerra desatada por
Israel debe ser inmediato y aplicable. EE.UU. sostuvo que se había de esperar un plazo de tiempo para que no se frustre la negociación con Hamas y lograr la liberación de los 130 rehenes.
Esta es la tercera ocasión en la que la embajadora Linda Thomas-Greenfield echó mano de su derecho a veto y quedó como la malvada global, al mismo nivel del papel que hace su colega ruso en la guerra de Ucrania, al oponerse a una medida que podría aliviar las duras condiciones de vida, y de muerte, de los palestinos por el castigo de Israel tras el ataque de Hamas el pasado 7 de octubre.
Thomas-Greenfield no pudo evitar su enfado, una vez m·s, y calificó de “irresponsables” los trece votos que recibió la propuesta
Washington sacó un borrador en el que por primera vez habla de “alto el fuego”, pero tras la liberación de rehenes
de Argelia (nueve habrían sido suficientes para su aprobación). El Reino Unido optó por la abstención.
Para la diplom·tica estadounidense, aceptar ese alto el fuego sin el compromiso de Hamas supondría dar carta blanca a los terroristas para seguir cometiendo fechorías. Pero pese a esta derrota, Estados Unidos mostró un cambio de graduación en su apoyo a Israel, tal vez m·s aparente que real, porque sabía que iba a perder, al presentar un borrador de resolución paralelo. Incluir la expresión alto el fuego, algo que parecía tabú para este país, aunque sea en diferido, fue muy comentado por los analistas. En ese texto advertía, adem·s, contra una incursión militar israelí en Rafah.
Esta evolución léxica se interpretó como una demostración de la creciente frustración de Washington con Israel.
Hubo voces que remarcaron la situación de paria en la que queda EE.UU. en este asunto en la opinión pública internacional. Pero el apoyo estadounidense sin matices a Israel est· provocando una gran oleada de críticas internas al presidente Joe Biden entre sus votantes.c