El Govern confía en superar la sequía sin una conexión con la red del Ebro
La declaración de emergencia abre la puerta a restricciones domésticas
El Govern se vio forzado ayer a dar el paso m·s temido desde hace tiempo: declarar la emergencia por sequía en la región de Barcelona y Girona. Un total de 202 municipios y casi seis millones de personas se ver·n afectados por las nuevas medidas para reducir los consumos de agua, con las que se intensificar·n las actuales limitaciones, que han perjudicado sobre todo a la agricultura, la ganadería y el riego de jardines. Se entra ahora en un territorio inexplorado, en el que los ayuntamientos ver·n expedito el camino para imponer restricciones en el ·mbito urbano y doméstico si lo ven necesario y con un impacto imprevisible sobre el sector turístico.
Sin embargo, en este contexto tan complicado, el Govern parece conjurarse para superar este duro trance mientras busca la asistencia de la Administración central. El conseller de Acció Climàtica, David Mascort, incluso ventiló con un diplom·tico rechazo la propuesta de la interconexión por la vía de urgencia de la red de aguas del
Ebro en el
Camp de Tarragona con la red metropolitana de Barcelona (de la empresa pública ATL), como han pedido cuatro colegios profesionales, para afrontar futuras sequías.
La Comisión Interdepartamental de Sequía del Govern de
claró la situación de emergencia al constatar el desplome de las reservas de agua en el Ter y Llobregat, que ha generado una situación nunca registrada. “Es la peor sequía del último siglo”, reiteró ayer el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès.
Los embalses que abastecen la región de Barcelona, amplias zonas de Girona y la Costa Brava acumulan 99,5 hm3 (sobre un m·ximo de 612 hm3), y est·n al 16,25% de su capacidad, con lo que se ha traspasado el umbral de la alerta m·xima (situado en el 16,3%). Las aguas de las desalinizadoras y los caudales regenerados y reutilizados en el Llobretat aportan m·s del 55% de los recursos hídricos en el ·rea de Barcelona. Estos recursos han permitido atrasar la entrada en estado de emergencia 15 meses.
Con la decisión adoptada, los
volúmenes de agua que gasten los municipios no podr·n superar los 200 litros por habitante y día (incluyendo actividades económicas y comerciales y domésticas). Los ayuntamientos est·n amenazados con sanciones en caso de superarlos.
La emergencia comportar·, asimismo, un incremento de las restricciones para los usos agrarios (del 80%), ganaderos (50%), industriales (25%) y otros usos recreativos (25%) así como la prohi
bición de usos recreativos que impliquen riego.
Los ayuntamientos podr·n aplicar cortes de suministro o una disminución de la presión del suministro, según definan los planes locales de sequía y los sucesivos estadios de la emergencia.
Para dar cuenta de esta situación, el president Aragonès, y el conseller Mascort quisieron ofrecer en todo momento la imagen de gobierno que tiene la situación controlada, que sabe lo que hace y que viene actuando “sin improvisación” y con medidas planificadas desde que se aprobó el Plan Especial de Sequía (del 2020), aunque centradas en reducir la demanda m·s que en ampliar al oferta. “Superaremos la sequía gracias a la colaboración, el esfuerzo compartido, la planifi
La Generalitat busca proyectar que tiene la situación bajo control y sostiene que no improvisa