Tener un animal de compañía puede frenar el declive cognitivo en personas que viven solas
Tener un animal de compañía puede frenar el deterioro cognitivo de las personas mayores que viven solas, según una investigación que ha analizado datos de casi 8.000 ciudadanos del Reino Unido seguidos a lo largo de ocho años. Una posible explicación, apuntan los autores del trabajo, es que tener un animal reduce el sentimiento de soledad, que aumenta el riesgo de deterioro cognitivo y de alzheimer.
Los investigadores se han basavo do en datos del Estudio Longitudinal Inglés de Envejecimiento (ELSA, por sus iniciales en inglés). A los participantes en el estudio se les preguntó entre el 2010 y el 2011, entre otras cuestiones, con cu·ntas personas convivían y si tenían algún animal de compañía, aunque no se les preguntó cu·l. Adem·s, se les hicieron pruebas de salud cada dos años hasta el 2019 que incluían tests de memoria verbal y fluidez verbal.
Las 7.945 personas de las que se han analizado datos tenían en el 2010 una media de edad de 66 años. De ellas, un 35% tenían un animal de compañía. Un 27% vivían solas. Y un 8% cumplían las dos condiciones: vivían con un animal, pero sin otras personas.
Según los resultados presentados esta semana en JAMA Network Open, las personas que vivían solas tuvieron un deterioro m·s r·pido de la memoria y la fluidez verbales que las que convivían con otras personas. Pero si tenían un animal de compañía, sus capacidades verbales se mantuvieron iguales que las de quienes no vivían solas. Para quienes convivían con otras personas, tener un animal de compañía no tuun efecto protector adicional.
Al basarse en los datos disponibles del estudio ELSA, la investigación no puede demostrar que la relación entre vivir con un animal y prevenir el declive cognitivo sea causa-efecto. Pero “tener un animal de compañía puede frenar el declive cognitivo de varias maneras. La primera es que la compañía del animal puede reducir la soledad y aumentar el bienestar”, declara en un correo Ciyong Lu, epidemiólogo de la Universidad Sun Yat-sen de Cantón (China) y director de la investigación.
“Otra hipótesis es que las personas solas que tienen un animal sufren menos aislamiento, especialmente si es un perro, porque sacarlo a pasear probablemente favorece la socialización”, añade David Bartrés-Faz, profesor de psicología médica de la Universitat de Barcelona e investigador del Institut Guttmann. BartrésFaz destaca que “tener un animal a tu cargo obliga a planificar y a gestionar”, lo cual mantiene activas funciones ejecutivas del cerebro. Por otro lado, “tener un animal puede dar sentido a la vida, especialmente si se est· solo, y hay muchas investigaciones que indican que dar sentido a la vida protege la salud mental y cerebral”.
Según Ciyong Lu, también puede influir el hecho de que tener un animal ayuda a las personas mayores a hacer m·s actividad física, sobre todo si es un perro; puede ayudar a reducir el estrés y la ansiedad; y puede ayudar a dormir mejor “si se saca el perro a pasear antes de ir a la cama, lo que puede tener un efecto relajante”.c