Un coste de hasta 2.000 millones
mano de la población es el recurso más valioso de los países y representa el 64% de la riqueza total a escala mundial”, de acuerdo con los datos del Banco Mundial. Como ese capital “está incorporado en las propias personas”, cuando estas se desplazan, el territorio de origen se empobrece.
En las últimas décadas, el saldo migratorio ha sido positivo para España. Durante la recesión por la crisis inmobiliaria y financiera del 2008 al 2014 se dio una fuerte emigración que alcanzó máximos en el 2013, con más de medio millón. “Ese proceso ha vuelto a cobrar intensidad tras la pandemia”. En el 2021 fueron 380.000, y la previsión para el 2022 es de 425.000. El informe del Ivie destaca que “su magnitud resulta atípica y se asemeja a las cifras habituales en periodos previos de crisis y aumento del desempleo en la economía española”. La situación del 2022 no era esa, ya que aumentaba el empleo y crecía la economía.
“El ritmo actual de emigración supone un lastre para la capacidad de producción futura de la economía española”, insiste el Ivie. El informe añade que “en caso de no verse compensado por el valor del capital humano de los inmigrantes o el retorno futuro de parte de los emigrantes actuales, supondría una merma neta significativa del capital humano de la economía española y sus posibilidades de desarrollo”.
Serrano explica que lo que sucede en España se da también en otros países europeos. En algunos sectores como el de los servicios sanitarios, al mismo tiempo que emigran los profesionales españoles, el país es receptor de médicos de zonas como Latinoamérica.c tecas sobre viviendas se constituyó en octubre a tipo variable, y el 56,7%, a tipo fijo. Según los API, “la ciudadanía ha cogido miedo al Euribor”.
Solo se concedieron más créditos que el año pasado en Castilla-La Mancha (2,5%) y Canarias (1,5%). En el otro extremo, las mayores caídas se registraron en Asturias (-44,1%), Baleares (-40%) y Aragón (-39,9%). En Madrid bajaron un 35,5%, mientras que en Andalucía y Catalunya la caída fue más moderada, del 17,5% y 13,7%, respectivamente.c
Telefónica y los sindicatos alcanzaron ayer un acuerdo sobre el primer expediente de regulación de empleo (ERE) de la compañía desde el 2015 y también sobre el nuevo convenio colectivo. El primero servirá para recortar la plantilla en 3.421 trabajadores, un 20% del total. El segundo convertirá a la compañía en la primera dentro de las grandes corporaciones de España en aplicar la semana laboral de 36 horas.
Los términos pactados quedan solo a la espera de ratificación en las preceptivas consultas con los trabajadores, en las que no se esperan sorpresas. En lo referido a la semana laboral, ahora es de 37,5 horas, que se irán recortando a razón de 30 minutos por año hasta el 2026. La empresa ya fue pionera en su momento de la semana de cuatro días, que no tuvo mucha aceptación al conllevar recortes salariales en la misma proporción.
El convenio también incluirá subidas salariales del 1,5% durante tres años, pero no habrá pérdida de poder adquisitivo porque al final del periodo de vigencia, en el 2026, habrá una revisión al alza para equiparar los incrementos al del IPC acumulado.
El ERE y el convenio se pactan ■ Telefónica no ha informado del coste del ERE, pero las estimaciones de GVC Gesco para Bloomberg lo cifran entre 1.600 y 2.000 millones de euros. Fuentes de la empresa no comentan estas cifras, que, de confirmarse, implicarían un desembolso medio por trabajador de entre 468.000 y 585.000 euros. Estas estimaciones situarían el gasto por trabajador algo por debajo de los principales procesos anteriores, en los que Telefónica ha tenido que ir provisionando las cantidades e informando al mercado de cada reducción
apenas dos días después de que el Gobierno ordenase a la SEPI la compra de hasta un 10% de Telefónica, en una operación que permitirá conformar un núcleo accionarial que garantice el núcleo español de la compañía. En una entrevista con RAC1, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dijo ayer que la compañía es “estratégica” y que los mercados “entienden” la operación.
Entre anuncios de recorte de plantilla y expectativas en torno a la entrada de la SEPI, las accioque
La cifra de salidas del 2022 es atípica porque es semejante a las de periodos de crisis y aumento del paro
de plantilla. En el 2015, dedicó 3.700 millones de euros a sufragar la salida de unos 6.300 empleados, lo que arroja una media de algo más de 587.000 euros por persona. En el 2019, cuando se desvincularon de la empresa otros 2.600 trabajadores, gastó 1.730 millones de euros en el proceso, esto es, 665.000 euros de media. En el plan de salidas negociado en el 2021, dejaron la empresa casi 3.000 personas con un coste de 1.380 millones de euros, en este caso con un coste unitario menor, de 460.000 euros.
nes de Telefónica cerraron la sesión de ayer con una caída del 1,52%. La empresa capitaliza ahora 20.830 millones de euros, 330 millones más que antes de que se conociera la decisión del Gobierno.
La cifra acordada para el ERE implica un recorte inferior en 1.713 trabajadores al inicialmente planteado, es decir, un 30% menos. Como el resto de las medidas, el expediente de empleo debe quedar ratificado antes del 4 de enero en las consultas con la plantilla de las filiales afectadas,