La Vanguardia (1ª edición)

“Nunca caeremos en la mercantili­zación del Palau”

Presidente de la Fundació Orfeó Català-Palau de la Música

- Maricel Chavarría Barcelona Joaquim Uriach

En la primera entrevista que concede desde que en el 2022 asumiera la presidenci­a de la Fundación Orfeó CatalàPala­u de la Música Catalana, el empresario y abogado Joaquim Uriach (Barcelona, 1966), uno de los “buenos hombres” de aquella junta llamada a resolver la situación de la entidad tras destaparse el pufo de Fèlix Millet, explica sus planes de futuro para una casa que califica de “fuerte” y “apreciada”. “Sorprende el gran respeto que despierta, ya sea de los artistas, de salas homólogas como el Concertgeb­ouw de Amsterdam o por parte de las institucio­nes públicas”, apunta el que es a su vez responsabl­e del gobierno corporativ­o de los laboratori­os Uriach.

¿Ese respeto se debe también a cómo se superó el caso Millet?

Sí, porque se resolvió muy bien. La etapa anterior de Mariona Carulla hizo muy buen trabajo de recuperaci­ón de la confianza.

¿Recuerda cómo recibió usted la noticia sobre el fraude?

Recuerdo que no me lo creía. Pensaba que era un invento de la fiscalía que estaba ahí, rascando. Soy abogado penalista y, aunque esa faceta la dejé, conozco ese mundo y dudaba. Nadie se lo esperaba.

¿Será un presidente con sensibilid­ad musical?

Siempre he tenido. Me gustaba cuando en clase de música nos ponían Falla y dem·s. Y recuerdo pedirle a mi madre, que iba a Andorra a comparar mantequill­a y galletas danesas, que me trajera el disco de la Novena por la Filarmónic­a de Berlín y Karajan. En casa siempre se vivió mucha cultura, mi abuelo me marcó mucho. Iba al Festival de Lucerna, a Bayreuth. Un tío mío fue miembro de la junta con Lluís Millet... Y a mí me impresionó Salzburgo: Mozart, el ambiente centroeuro­peo, gente que sabe, gente elegante. Con 17 años quise aprender piano. Luego lo dejé para estudiar Derecho... pero ahora lo he recuperado. Me relaja.

Dice que el Palau puede ir más allá en número de visitas. ¿Estos ingresos podrían ayudarle a convertirs­e en un centro de creación?

La idea es crecer, hacer m·s cosas, y

una sería esa. Ya tenemos la idea de hacer un espect·culo permanente de creación propia con los valores del Palau, un espect·culo sobre Barcelona con la marca de excelencia de la casa. Es una de las quince novedades del Pla Estratègic. También un espect·culo nocturno y una gala de captación de fondos del mundo de la cultura. Lo estamos estudiando. La voluntad es crecer en calidad y cantidad.

Se han mirado en el espejo de la competenci­a –Casa Batlló, La Pedrera– y su uso de la tecnología...

En la Batlló han visto que había un potencial y lo han trabajado: ahora est·n ya en un millón de visitantes al año. Puede gustar m·s o menos lo que hacen, pero hay un trabajo artístico cualitativ­o y un resultado del marketing. En el Palau tenemos igualmente una joya, y cuanta m·s gente la vea, mejor. Queremos que

todos los catalanes que no hayan estado nunca vengan, y seguir creciendo con la proyección internacio­nal. En Catalunya hay incluso políticos que no conocen esta maravilla, patrimonio de la Unesco. Hay trabajo por hacer. Claro que luchamos contra Gaudí, un nombre f·cil de recordar, menos complicado que Domènech i Montaner.

Pero quiere alcanzar también la cifra del millón de visitantes...

Sí, ahora estamos en 400.000 que acuden a conciertos y 200.000 que

visitan el edificio. Lo suyo sería pasar de esos 600.000 al millón. Pero todo lo que sea vulgarizar la cultura y a los artistas no lo haremos. No queremos mercantili­zar nada. Se trata del potencial de la cultura. Eso no es Uriach que reparte dividendos, todo es para reinvertir­lo y, como siempre, intentar acabar el año a cero.

¿Cómo se proyecta en el siglo XXI una institució­n del XIX como es el Orfeó Català?

Con innovación y modernidad: tenemos la oportunida­d de aprovechar todo su legado histórico como plataforma para convertirl­o en una institució­n moderna. Las que se saben adaptar a los tiempos y al entorno son las entidades que sobreviven. Nuestra misión sigue siendo mejorar la vida de las personas a través de la cultura y la música, misión que se convierte ahora en un propósito adaptado a los nuevos tiempos. Un ejemplo es el Concert de Sant Esteve que, como un organismo vivo basado en la tradición, se ha sabido ir adaptando y actualizan­do.

Los socios del Orfeó son propietari­os del Palau. ¿Significa que podrían vendérselo?

Los estatus prevén que en caso de disolución de la asociación, el edificio pasaría a ser propiedad de la Generalita­t, que tendría que destinar los bienes a la finalidad para la que fueron creados. Los socios no podrían vendérselo. Sería como querer venderse Montserrat.

Por usted pasan los contratos del Palau. Debe estar al corriente de lo que cobra un compositor por un encargo. ¿Se les paga bien?

Si lo compara con un futbolista no, claro. A mí me satisface decir que estamos haciendo algo misional que es el valor de la cultura y de la música en particular como un valor universal que ayuda a las personas a ser mejores, a desarrolla­rse. Me satisface llamar a alguien para crear e innovar. No pienso en si el dinero es mucho o poco.

Tres cosas que piensa aportar para hacer evoluciona­r el Palau.

Aparte de llegar a m·s público, est· la nueva puerta, el espacio que estamos diseñando para hacer m·s accesible el edificio llev·ndolo a Via Laietana. Allí situaremos las nuevas taquillas, la tienda y un espacio expositivo que ayude a explicar qué es el Palau y sus líneas de actividad. Una tercera cosa es introducir la sostenibil­idad y la innovación en todo: desde que las orquestas colaboren también en otros proyectos e institucio­nes, hasta poner placas solares o reducir la huella de carbono.

Llegar a todo el mundo En Catalunya hay incluso políticos que no conocen esta maravilla que es el Palau”

Un Orfeó del siglo XIX “Tiene la plataforma de su legado histórico para convertirs­e en una institució­n moderna”

De los 16 millones de euros de presupuest­o, solo un 6% llega de la administra­ción. ¿Cómo piensa ganarse la participac­ión pública?

Necesitamo­s subvencion­es públicas para proyectos concretos. Pero la potenciali­dad del Palau se vertebra generando ingresos propios y reinvirtié­ndolos en proyectos afines a nuestro propósito.c

 ?? Mané Espinosa ?? Joaquim Uriach asumió la presidenci­a de la Fundació del Orfeó-Palau de la Música hace año y medio
Mané Espinosa Joaquim Uriach asumió la presidenci­a de la Fundació del Orfeó-Palau de la Música hace año y medio

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain