Chile se queda con la Constitución de Pinochet tras volver a rechazar la reforma
Boric da por acabado el proceso después de cuatro años porque “las urgencias son otras”
Chile se quedar· con la Constitución heredada de Pinochet. Por segunda vez en poco m·s de un año, los chilenos rechazaron en referéndum reformar la Carta Magna, esta vez la propuesta por la derecha. Hace 15 meses fue el texto planteado por la izquierda después de la victoria de Gabriel Boric en las presidenciales.
Con m·s del 99,65 % de los votos escrutados, el rechazo a la nueva propuesta -que endurecía el trato de la migración irregular y abría la puerta a revisar la ley del aborto- se impuso con un 55,76 %, en tanto que los apoyos a la reforma se situaron en el 44,24%.
Chile escribe el que ser· el último capítulo de un tortuoso proceso que arrancó con el estallido social del 2019. Aquella ola de protestas, que dejó una treintena de muertos y miles de heridos, puso contra las cuerdas al entonces gobierno conservador de Sebasti·n Piñera y condujo a un amplio pacto político para escribir una nueva Carta Magna que reemplazase la actual, una demanda histórica de la izquierda.La Constitución vigente fue redactada durante la dictadura, pero desde 1989, con la transición, ha sido retocada unas 70 veces. Las reformas m·s importantes fueron las aplicadas por el socialista Lagos en el 2005.
“El país se polarizó, se dividió y, al margen de este contundente resultado, el proceso constituyente no logró canalizar las esperanzas de tener una nueva Constitución redactada por todos”, dijo Boric. El presidente chileno confirmó que no impulsar· un nuevo proceso constituyente, porque “las urgencias son otras”. Entre ellas, citó la subida de las pensiones, un nuevo pacto fiscal y el retorno a la senda de crecimiento económico, después de un 2023 de crecimiento nulo. “Ni celebración ni arrogancia; pelota al piso, humildad y trabajo, mucho trabajo”, agregó.
“Reconocemos esa derrota con mucha claridad. Fracasamos en el esfuerzo por convencer a los chilenos de que esta era una mejor Constitución que la vigente”, señaló el líder del ultraderechista Partido Republicano, José Antonio Kast.
El camino en los cuatro años desde que las fuerzas políticas acordaron impulsar una nueva
Constitución no ha sido recto. En mayo del 2021, los chilenos votaron a la izquierda al volante de la Convención Constitucional encargada de su redacción. En diciembre, el joven Boric fue elegido presidente con la promesa de renovación política. Nueve meses
después, en septiembre del 2022, el 62% de los votantes tumbaba la propuesta constitucional, centrada en los derechos sociales, indígenas, medioambientales y de género. El viento en contra se confirmó en mayo del 2023, cuando los chilenos volvieron a las urnas para elegir al nuevo Consejo Constitucional: 22 de los 50 elegidos fueron del Partido de la República.
La ciudadanía ha seguido con creciente desinterés el proceso –se habla de “fatiga constitucional” -, mientras que, según las encuestas, cuestiones como la seguridad suscitan m·s preocupación.c
“Ni celebración ni arrogancia; pelota al piso, humildad y trabajo, mucho trabajo”, dice Boric