La sangría de las áreas
El Barça sufre por ser un equipo naif, sin instinto arriba y sin seguridad atrás
Para acabar el calentamiento, los delanteros del Barcelona tienen un ritual. Hacen el último sprint y se van hacia la frontal del ·rea, donde realizan algún disparo a puerta que les confirme a su yo supersticioso que van a tener un gran partido. El primer disparo de Robert Lewandowski en Mestalla impactó en el larguero. El segundo lo paró Kochen, el tercer portero, que aguantó la batería de chuts. Los tres siguientes intentos no fueron entre postes. Solo a la sexta marcó el polaco, que volvió a besar la red en el séptimo. Ahí fue cuando dio por concluida la sesión. Ahí ya pudo intuir el nueve del BarÁa que no tendría un partido sencillo en València.
Ni en el calentamiento le entran los chuts al equipo de Xavi. Su Barcelona se est· desangrando por las ·reas, por donde se le escurren los partidos sin remedio. Parte de sus opciones de poder defender el título de Liga que conquistó la temporada pasada se han evaporado por despilfarrar sus mejores tramos de partido, por no ser quirúrgico cuando tenía en su mano al rival y carecer de instinto, al tiempo que es incapaz de frenar la hemorragia de goles en contra.
No hay peor pecado para un club que pretende volver a ser grande que perdonar mucho y conceder demasiado. La tormenta perfecta. Sin contundencia ni eficacia no puede haber control. Al BarÁa le ha entrado complejo de esos equipos que se quedan en tierra de nadie pronto, con nada por lo que luchar. Y eso que, como se apresura a recordar Xavi, aún mantiene intactos los objetivos en los cuatro títulos que est·n en liza. Pero en los duelos de tú a tú de la Champions conviene ser consistente y demoledor, dominarlos con puño de hierro y aplastar.
Los contrincantes se aprovechan de ese talante naif, o bien porque les dan ventaja al inicio o bien porque les dejan vivos hasta el final. En toda la temporada solo en seis partidos se fue al descanso por delante en el marcador y ya son tres meses sin ganar un partido por m·s de un gol de diferencia. Eso solo significa una
cosa: sufrimiento por doquier.
Lo que sucedió en Mestalla no es nuevo. Para la inteligencia artificial, los blaugrana debieron marcar tres goles el s·bado. Pero el Barcelona es el equipo de las cinco grandes ligas europeas que m·s ocasiones claras falla, con 44, según datos de Opta.
Las estadísticas dicen que el BarÁa casi necesita 10 disparos para hacer un gol (11,27% de efectividad), únicamente el N·poles
est· peor. Con 31 goles en la Liga, es el peor inicio realizador en 20 años. Para encontrar uno peor hay que remontarse al primer curso de Rijkaard, con 23 dianas.
En la Champions ha celebrado 12 tantos, cinco en el debut.
En total son 43 goles en 23 encuentros. Ni en su aterrizaje Xavi había visto una dificultad similar para plasmar las ocasiones. En las primeras 23 veces que se sentó en el banquillo se anotaron 44. Eran
los tiempos de Luuk de Jong, Memphis, Demir, Jutglà y Abde, adem·s de Ansu Fati.
Evidentemente, al Barcelona le faltaba mucho talento arriba, cosa que se solucionó a base de fichajes y cesiones. Ferran Torres, Aubameyang y Adama llegaron en enero del 2022. Seis meses después se contrató a Lewandowski y Raphinha. Y en el verano del 2023 se incorporó João Félix, cedido. En total, cuando se inscriba a Vitor
Roque, el club habr· pagado 200 millones entre fijos y variables en reforzar el ataque.
Y la mejoría, pese a la billetera, sigue siendo insuficiente. Raphinha no marca desde septiembre en Mallorca. Lewandovski no ve puerta de visitante desde el penalti de Pamplona, el 3 de septiembre. João Félix estuvo 12 partidos seco y el de Mestalla es su primer gol lejos de Montjuïc, mientras que Ferran Torres es poco fiable. La Liga pasada fue la de Lewandowski y Ter Stegen. De momento, ni uno ni otro, pues el portero alem·n est· lesionado. Su sustituto, Iñaki Peña, solo fue decisivo
Nadie falla tantas ocasiones claras en Europa: los blaugrana debieron marcar tres goles en Mestalla
Con Vitor Roque, la inversión en delanteros supera los 200 millones y la mejoría es insuficiente
Antes de la primera vuelta, el Barcelona ya ha encajado 19 goles, uno menos que en toda la Liga pasada
contra el Atlético. El BarÁa encaja m·s de un gol por encuentro (25 en 23) en una defensa donde pesan las lesiones –los cuatro centrales han estado fuera de combate (ahora lo est· Iñigo Martínez)– y errores garrafales, donde Koundé ha salido en varias fotos. El combo es que en 17 jornadas los blaugrana han encajado un gol menos (19) que en toda la pasada Liga (20 en 38). Una sangría. O peor, dos. Así no se puede.c