La Vanguardia (1ª edición)

La única muerte que Franco lloró

ETA planeó inicialmen­te secuestrar a Carrero, pero desistió por la complejida­d logística, y optó por volar su vehículo en pleno Madrid

- Joaquín Luna Barcelona

Tal para cual, Francisco Franco lloró aque lsá bado 22de diciembre de 1973 al dar el pésa me a la viuda d e al m irant e Luis Carrero Blanco , su colaborado­r más fie ly– como e ldi ctador– hombre de pocas palabras y mano dura. La primera y últim av e zqu e Franco lloró en público por un difunto , al que había conocid oe n 1925 e nla campaña de Marruecos.

Y, sin embargo, días después, enigm co o ramplón –lo sdi ctad o r eáti lacónico

s sd esconciert­an: ¿simpleza o astucia?–, Franco afirmó en su discurso de Fin deeAño de aquello e de enúltimo

1973, lp d su vida, que “es virtud de lh ombre político lad eco nvertir los males en biene s.N oe n vano reza el adagio popular que no hay mal que por bie nn o venga”. Se refería, claro , a la d esaparició­n del único albacea capaz de prolongar el franquismo...

El 20 d e diciembre de 1973 ETA asombró al mundo al perpetrar el quinto asesinato de un presidente de gobierno de España. ¡Y de qué manera!

En una suerte d ec hapuza perfecta, un comand oe tarra que llevab a un añ o deambuland­o por Madrid hizo detonar entre 70 y 100 kilo sd e dinamita Blanco al pas o d e l D oe ee Gobierno negr

dg -Dart o y b lindado de Luis Carrero

,pr esid e nt d l ,qu e salía d em isa de nueve en la iglesia de San Francisco de Borja de Madrid.

Eran las 9.38 horas, e npl ena calle Claudio Coello. El Madrid señorial. El automóvil salió po rl os aires. Treinta y cinco metro s–s e dice pronto– hasta caer en el patio de un convento de jesuitas, donde ,in crédulos, se is r eligioso sd escubriero­n que se tratab ad e lpr esidente Carrero Blanco , al qu e dieron la extrem aun ción. Muy cerca, e nla calle Serrano ,la embajadad e Estados Unidos, ya más tranquila trase la o visita de ecretario a Madrid el día ant ri r ls de Estado Kissinger.

–¡Gas! ¡Gas! ¡Un escape! Dando gritos saliero nala carrera Argala y Kiskur del estudi oe noel Coello sótano o de e los cuatr de

l 104 Claudi ,d sd oe tarras que habían construid oe l túne ld esd ee l7d e diciembre, más laborioso de lo esperado eoob

. Ha ían alquilado a pr eco i d r aque lha bitáculo ideal para cavar un túne lyd epositar la carga explosiva, robada e nH ernani, de dudosa calidad y transporta­da e n un coche de segunda mano que casi le sd eja tirado sp or el camino a Madrid. Din e r o n o falta ba a ETA gracias al secuestr o en enero del industrial navarro Huarte, cuya familia desembolsó 50 millone sd e pesetas.

Los grito sd e los etarras tratab an d e aprovechar la confusión causada por el bombazo –cabe imaginar la polvareda– y ganar, sin despertar sospechas,

el punt ocec r an o d o nde les esp e ra b a e l e tarra Atxulo .Enp oco tiempo ,s ee ncontrab an a salv oe n un piso fran coe n Alcorcón, procurado po rEvaF orest, la Tupamara, espo sad el dramaturgo Alfonso Sastre y figura clave po rsuap oyo al os etarras que pasab anp or Madrid

aqu e ll o s años (y próxima al o ss ervicio sd e inteligenc­ia cubanos). Fue la aut o ra de Operación ogro , ll e vada al c in e por Gillo Pontecorv oe n 1980 y el orige nd e las ulteriore st eorías de la conspiraci­ón, la más famo sa d e las cuale s– e infundada– insinúa que la CIA teledirigi­ó a ETA.

Todo ha bía salido ap edir boc ap ese a un o s pr eparativos plagado sd e sobresalto­s. ETA daba su prime ry más célebre golpe d ee fecto fue rad el País Vasco aunque, curiosamen­te, aque lv erano de 1973 e l di ctado r ha bía pasado unas semanas de vacaciones en San Sebastián, donde recibió al flamante presidente de lg obierno Luis Carrero Blanco. Madrid le sr esultó más fácil para eludir alap olicía...

Once servicio ss ecreto st enía el régimen y ninguno supo abortar el magnicidio del prime r pr esidente de gobierno

que n oe ra e l pr opio Franco (hasta 1973 simultane ój efaturad el Estado ypr esidencia).

En una atmósfe rad e fin de régimen y navideña, Madrid trató de restar importanci­a al atentado qu e bo rrab ad e la ecuación de futuro al único hombre d eco nfianza de Fran–aunque co, el compañeroe almirant de armas

, Carr e r o hab íad estacado al m ando de submarinos–, originada e nun informe de 1941 en e lqu e desaconsej­aba a Franco que España entras ee nlaS egunda Guerra Mundial.

PD.– Lo ss ervi c i o s p o li c ial e s y el órgano d ee spionaje que fundó y dirigió e lpr opio Carrero Blanco, e lS eced, juraron venganza contra Argala, e lj efe del comando Txikia. Vo lóp or los aire s– como Carrero Blanco – al explotar una bomba colocada e nsuR enault 5 e nla localidad france sa d e Anglet, bién donde muy s ee scondía. T eo o de tam

d navid e ñ o : l 21 diciembre de 1978.c

El coche del etarra Argala, coautor del atentado, también volaría por los aires, cinco años más tarde

 ?? EFE ?? Franco saluda a Carrero Blanco en la Pascua militar de 1969
EFE Franco saluda a Carrero Blanco en la Pascua militar de 1969

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain