La Razón (Nacional)

Carreteras con paneles solares: el asfalto del futuro

► Aprovechar la red viaria para generar electricid­ad puede servir para recargar coches eléctricos. Algunos pilotos han resultado poco eficientes, pero otras soluciones, como la carga por inducción, tienen futuro

- Eva M. Rull. MADRID

UnUn reciente estudio de la Academia China de Ciencias, publicado en la revistaEar­ths Fu tu re, afirma que si se cubriera la red de carreteras mundial de paneles fotovoltai­cos que generaran electricid­ad se podría compensar el 28% de las emisiones mundiales de CO2. Sus cálculos suman las vías principale­s, secundaria­s y locales de 222 países; 3,2 millones de kilómetros de terreno que con células fotovoltai­cas podrían dar 17.580 TWh de energía. Suena bien pero ,¿ es posible te charlas carreteras para la producción­solar ?¿ Tiene sentido a nivel de eficiencia y de costes convertir la red viaria en generador a de energía? En ese mismo estudio los investigad­ores ya encuentran un pero: el coste inicial para ejecutar la instalació­n dispararía el precio del MWh hasta los 120 dólares (depende del terreno y del coste de la energía en cada región del mundo).

Lo cierto es que, a día de hoy, se han realizado varias pruebas piloto de carreteras solares, pero algunas propuestas todavía generan dudas en cuanto a, por ejemplo, la siniestral­idad. ¿Qué ocurre con el reflejo de las células fotovoltai­cas si los paneles se instalan aprovechan­do los taludes o los espacios vacíos de las intersecci­ones de la red viaria? Ya hay mucha fotovoltai­ca integrada en diferentes infraestru­cturas, por ejemplo, en las farolas y a priori parece una buena solución porque evita tirar cable para llevar electricid­ad hasta el punto de consumo. En el caso de las carreteras el consumo lo harían los coches eléctricos en tránsito. «Hay propuestas que se parecen entre sí, pero que están dando resultados muy diferentes. Por ejemplo, los aparcamien­tos solares están siendo un éxito tanto en España, donde se van multiplica­ndo, como en Francia, donde ya es obligatori­o que los estacionam­ientos de más de 250 plazas cuenten con estos techos solar es. Sin embargo, los pavimentos de carretera que integran fotovoltai­ca bajo el asfalto no han dado buenos resultados, allá donde se ha probado han funcionado mal. Han resultado cuatro veces más caros y menos eficientes que los parques solares y disparan el precio de la electricid­ad. Cubrir carreteras a priori tampoco parece buena idea por el aumento de costes que supone montar toda la estructura», comenta Héctor de Lama, director técnico de la Unión Española Fotovoltai­ca (UNEF).

Una de las ventajas de aprovechar la red viaria para la producción de energía tiene que ver con la ocupación de terreno; evitaría consumir nueva tierra para instalacio­nes foto volt aicas.S is e usan para alimentar a los coches eléctricos se reduciría, además, el peso en baterías y estos ganarían autonomía. En Suecia un análisis hecho sobre una instalació­n de 21 km entre las localidade­s de Hallsberg and Örebro afirma que se podría reducir el peso en un 70% y destaca una sucesión de ventajas derivadas como precios de los cocheseléc­tricos más contenidos y un ahorro en subvencion­e sala compra de estos vehículos que podría destinarse a invertir en modificar la red vi aria. En el reciente estudio sed estacatamb­ién una posible reducción en el número de accidentes durante los episodios de lluvia, porque los paneles la desviarían hacia los laterales evitando inundacion­es. Además, como dice Enrique Miralles, director técnico de la Asociación Española de la Carretera (AEC), «serviría para compensar emisiones donde se generan».

Tecnología­s y usos

«La noticia de la pérgola llena de paneles fotovoltai­cos es una de las posibles propuestas, pero no la única. Esta en concreto tiene la desventaja del coste o del impacto visual. Sin embargo, el asfalto es solo una parte del terreno de la red viaria, que cuenta también con taludes y enlaces entre carreteras y mucha superficie perdida que se podría aprovechar. En cuanto a la integració­n de células bajo el asfalto se han hecho pilotos en Bélgica o China, pero es

experiment­os han demostrado no ser eficientes porque para soportar el peso de los coches necesitas vidrios de gran espesor y superficie­s que, además, sean lo suficiente­mente adherentes. Al final, los estudios han demostrado que la radiación que llega a las células fotovoltai­cas, a varios centímetro­s por debajo del suelo era muy bajo», detalla Alfredo García, director del Grupo de Investigac­ión en Ingeniería de Carreteras y de la nueva cátedra Torrescáma­ra de la Universida­d Politécnic­a de Valencia (UPV) destinada al estudio de soluciones solares para las carreteras.

En cuanto al uso, podrían ser diferentes aunque el que tiene más sentido, dicen los expertos consultado­s, es el de alimentara los coches eléctricos .« Europa tiene una apuesta decidida por este tipo de movilidad, pero, a día de hoy no hay red eléctrica con tanta capacidad como para alimentar todos los coches que se espera que hayan circulado, sobre todo en el ámbito rural. Es la pescadilla que se muerde la cola, ahora faltan puntos de recarga, porque no hay suficiente­s coches y sin coches, las grandes operadoras no invierten en nuevos puntos ni en llevar la energía hasta las carreteras», explica García.

Generando energía en la propia carretera se podría alimentar puntos de recarga fijos en las estaciones de servicio a lo largo de las autopistas o cargar las baterías mientras los coches están en movimiento. En este sentido, también hay varias propuestas que se han probado en terreno real. Una de ellas consiste en instalar pantógrafo­s enl aparte superiorde alguno de los carril es y conectar a ellos los vehículos, como si fuerantren­es. Alemania ha sido, dentro de Europa, el país que más ha invertido en probar esta solución, pensada especialme­nte para los vehículos pesados. En 2019 la carretera A-5 cerca de Frankfurt contaba con 10 km de catenaria por la que transitaba­n hasta 15 camiones de forma rutinaria. El tramo supuso una inversión de 15 millones de euros.

Otra alternativ­a es la carga por inducción, donde la energía se transmite de forma electromag­nética desde la base emisora situada bajo el asfalto al vehículo como sutos cede ya con ciertos modelos de cepillos eléctricos y algunos teléfonos móviles.

El futuro de esta solución parece prometedor incluso para la Asociación Mundial de la Carretera (PI AR C, por sus siglas en inglés) que le dedicó un amplio estudio en 2023. En él menciona algunos proyectos ya en desarrollo como el de Visby en Suecia. Un autobús eléctrico cubre la ruta entre la ciudad y el aeropuerto (4 km de distancia) y es, según el organismo, la primera carretera por inducción en la que se han cargado a la vez varios vehículos. Asimismo, la Universida­d de Coventry (Reino Unido) acaba de anunciar su intención de cubrir un tramo de la carretera de Kenilworth, a unos 10 km de Coventry con carga por inducción para alimentar autobuses y vehículos logísticos, previament­e equipados con placas de inducción para absorber la carga eléctrica de las bobinas.

Se habla de alimentara los coches eléctricos, pero la electricid­ad también podría utilizarse para ganar conectivid­ad en la carretera, una tendencia que empieza a despuntar y que representa el gran grueso de inversione­s tanto de administra­ciones como de empresas .« Desde 2018, los coches en la UE tienen que contar con un sistema eCall, que permite al coche emitir una señal de aviso a los centros de emergencia en caso de accidente. Las fabricante­s reciben datos de los más de 300 sensores que tienen los coches, informació­n anónima que permite conocer todo tipo de detalles como cuando se enciendenl­os faros o si los coches patinan. Estos datos se procesan y se pueden mandar a las administra­ciones. Por ejemplo, los datos de vibracione­s de los vehículos pueden dar informació­n sobre el estado de deterioro de determinad­os tramos de calzada. Si tienes informació­n de miles de coches de esa carretera puedes avisar al gestor de que ese tramo no está en condicione­sóptimas para que lo arreglen. Antes las administra­ciones para saber si las carreteras estaban bien tenían que hacer campaña s de inspección con camiones que tardaban bastante tiempo en hacer mediciones­in si tu », comen ta el director de la AEC.

Cubrir las carreteras con fotovoltai­ca reduciría el 28% de las emisiones

Recopilar datos de los coches sirve para conocer el estado del asfalto

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