Paula Badosa sigue buscando
► En la que debía ser la temporada de su regreso, han vuelto los problemas físicos y ha perdido más partidos de los que ha ganado
Paula Badosa busca y busca, pero de momento no encuentra la regularidad necesaria para regresar a los primeros puestos de la clasificación. Su participación en Charlestone fue efímera, después de caer en el debut contra Danielle Collins, la sorprendente reciente campeona del WTA 1.000 de Miami en la temporada en la que ha anunciado que se retira (con 30 años, tiene una enfermedad inflamatoria crónica y su prioridad es ser madre). El partido se fue a una hora y 24 minutos por el empeño de la española, porque todo apuntaba a una derrota dolorosa. En un momento el resultado era 6-1 y 30 para la estadounidense, y la española estaba desesperada: lanzaba la raqueta al suelo y miraba a su banquillo buscando soluciones. Llegó la reacción, pero demasiado tarde ante una rival que empezó a tener alguna duda (seis dobles faltas finalmente), pero que cuando le tocó sacar para llevarse el encuentro lo hizo de maravilla, para el 6-1 y 6-3 final.
Se marcha frustrada la catalana nacida en Nueva York, a seguir con su búsqueda en la gira europea de tierra batida. En 2023 sufrió un calvario por el dolor en la espalda. No pudo jugar el Open de Australia ni Roland Garros. Iba y venía, intentó estar en Wimbledon y tuvo que retirarse. Fue cuando decidió una parada más drástica para recuperarse del todo y poder jugar libre de dolor. Decidió no volver a jugar ese curso. 2024 parecía el año para volver, pero ha entrado en una rueda diabólica: primero, porque no es fácil volver después de estar tanto tiempo sin competir, y segundo porque la caída en el ranking hace que tenga que jugar contra contra grandes jugadoras ya en las primera rondas y eso le complica poder encadenar varios triunfos seguidos y recuperar así la confianza. Su arranque de temporada en el Open de Australia fue esperanzador. Superó dos rondas, adecapaz más contra oponentes como Pavliuchenkova. Ha sido el torneo en el que ha llegado más lejos. «Tenísticamente me he sentido bien, pero físicamente aún me queda», confesó. Desde ahí han regresado los nubarrones y Paula no ha sido de ganar dos partidos seguidos. En Tailandia se impuso en primera ronda y después tuvo que retirarse al notar dolor en la espalda. En Qatar reapareció y también venció en el estreno, pero pronto se encontró con Laylah Fernández, que remontó después del 6-0 en el set inicial (0-6, 6-2 y 6-3). Su siguiente parada fue Dubái y también tuvo que abandonar porque los problemas físicos en su zona maldita reaparecieron. Y en Miami, también como consecuencia de su ranking, se encontró con su amiga Sabalenka en segunda ronda (en un partido muy emotivo por el reciente fallecimiento del exnovio de la bielorrusa) y tampoco tuvo demasiadas opciones ante la dos del mundo.
Badosa ha intentado disputar algunos torneos de menor importancia para encontrar ese ritmo que le falta, pero no lo ha logrado. En Charlestone su primer obstáculo fue una tenista que venía en un estado de forma extraordinario después de imponerse en Miami, y pese al arreón final su partido fue de nuevo insuficiente. Está claro que no está cerca de su cien por cien, porque el físico condiciona también la mente y eso solo se soluciona con victorias. Esta temporada ha logrado cinco triunfos y ha perdido siete. Es actualmente la 82 del mundo. Lejos queda cuando estaba en el podio, como número dos, después de conquistar Indian Wells. Con 26 años todavía es joven. El «click» tiene que llegar, siempre que su espalda se lo permita.