Bandas intentan asaltar la sede de Gobierno en Haití
► Los criminales aprovechan el vacío de poder en el país, incapaz de nombrar a un presidente de transición
La crisis de violencia en Haití llegó ayer a un punto crítico con el intento de asalto de bandas armadas contra el Palacio Nacional, sede del Gobierno del país caribeño. En medio de una espiral que ha confirmado a la isla como un Estado fallido, se produjeron los hechos que dejaron al menos cinco policías heridos. La Policía haitiana contuvo el ataque contra la sede del Poder Ejecutivo en el país, una acción perpetrada por la coalición de bandas armadas Vivre Ensemble, que lidera el expolicía Jimmy Cherizier, alias «Barbacue». Los atacantes también incendiaron un vehículo policial que estaba en las inmediaciones del palacio.
En la acción de defensa también participaron las unidades encargadas de la seguridad del palacio, que activaron un plan cuando comenzaron a sonar los disparos.
Debido a los sucesos, se anunció la extensión del estado de alarma y el toque de queda impuesto en Haití desde el 6 de marzo en el Departamento del Oeste, donde se ubica la capital, Puerto Príncipe.
Asimismo, el Gobierno del primer ministro, Ariel Henry, que sigue en el cargo a la espera de que se formalice un Consejo Presidencial de Transición al que le entregará el poder, como confirmó cuando anunció su renuncia el 11 de marzo, insistió en que seguirá trabajando para que pronto pueda entregar los cargos y lograr un traspaso pacífico del poder. Pero los anuncios del mandatario, que sigue fuera de la isla, no se concretan, pues el nombramiento del grupo de nueve personas ha estado marcado por desacuerdos internos, mientras las bandas han calificado la iniciativa, creada por Caricom, una organización intergubernamental formada por 20 Estados del Caribe, como «injerencia extranjera».
La violencia en Haití no ha loAl grado ser controlada por ninguna medida tomada hasta ahora. Incluso antes del ataque del lunes, la capital había amanecido con cuatro cadáveres en un sector de la capital, Pétion-ville. Los cuerpos habrían sido acribillados a disparos. Esa zona de la ciudad se ha convertido en la más sangrienta, con asesinatos cometidos casi a diario y constantes enfrentamientos entre grupos armados y policías. Una realidad que ha conducido a los civiles a abandonar en grandes cantidades sus casas y desplazarse a otras áreas del pequeño país caribeño.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) anunció ayer que más de 50.000 personas han huido del área metropolitana de Puerto Príncipe en apenas tres semanas. Entre el 8 y el 27 de marzo, 53.125 personas abandonaron la ciudad y se sumaron a los 116.000 desplazados que habían huido meses antes. Muchos de los que escaparon de Puerto Príncipe en marzo se dirigieron al sur, según la organización, y la gran mayoría informó de que se iba «a causa de la violencia y la inseguridad».