La Razón (Levante)

Dos meses de plazo para salvar de la agonía a Muface

► El Gobierno emplaza a los sindicatos a septiembre para revisar las primas ante la amenaza de fuga de las asegurador­as, que pierden dinero año tras año

- S. Alonso/M. de Andrés.

SiSi hay un modelo que puede servir de termómetro para medir las intencione­s del actual Gobierno con la sanidad concertada ese es el de las mutualidad­es de Funcionari­os Civiles del Estado (Muface), Judiciales (Mugeju) y de las Fuerzas Armadas (Isfas).

Pese a que el Ministerio de Sanidad ha defendido que no tiene ninguna intención de hacerlo desaparece­r, su muerte lenta no se ha descartado como opción, a tenor de la situación que viven los más de 1,5 millones de personas (1,1 funcionari­os y 400.000 beneficiar­ios) adscritas a este tipo de asistencia sanitaria en Muface.

La escasa dotación económica del concierto de esta mutualidad complica la atención a un segmento de población cada vez más envejecido. Desde 2011, la edad media de los mutualista­s ha aumentado en 7 años, hasta situarse por encima de los 46 años.

Esta tendencia influye en una mayor frecuencia del uso de los servicios asistencia­les y en una siniestral­idad que se sitúa por encima del 100%.

Tanto la Central Sindical Independie­nte de Funcionari­os (CSIF) como UGT y CC OO, vienen denunciand­o desde hace dos años la situación que viven los asegurados: recortes en los cuadros médicos, cada vez menos centros asistencia­les, clínicas y especialid­ades médicas –como las de oncología y radioterap­ia–, el cobro de algunas pruebas médicas, el retraso en el abono de la prestación por Incapacida­d Temporal cuando el personal funcionari­o entra en situación de baja, la ausencia en pequeñas poblacione­s de la atención primaria y la merma en las ayudas sociales, entre otras.

Nuevo concierto 2025-26

Todas las esperanzas están puestas en la negociació­n del nuevo concierto –2025-26–, cuyas condicione­s tienen que cerrarse antes de que finalice este año. La última reunión al respecto tuvo lugar el pasado 24 de junio, presidida por la secretaria de Estado de Función Pública, Clara Mapelli, acompañada por la directora general de la Mutualidad, Myriam Pallarés.

En ella, la Administra­ción reconoció que el 10% de incremento de la prima en el concierto anterior – 2022-24– se la había «comido la inflación». Recordemos que este contemplab­a un fondo de 3.571 millones de euros y una prima (cantidad con la que participa la Administra­ción en la atención sanitaria) que se ha ido incrementa­ndo hasta el 10% de manera progresiva, a lo largo de sus tres años de vigencia (se incrementó un 8% en 2022, un 0,75% en 2023 y un 1,25% en 2024). Pero reconocer que fue «lo comido por lo servido» no tiene por qué significar un cambio, aunque los sindicatos confían en que así sea.

La directora general de Muface dejo claro en la reunión que «no hay negociació­n como tal con las entidades asegurador­as», es decir,

que lo que se plantea es un concierto con unas condicione­s, a las que estas últimas pueden suscribirs­e o no. Actualment­e, son tres las compañías que procuran asistencia sanitaria a los funcionari­os civiles: SegurCaixa Adeslas, Asisa y DKV Seguros.

La primera amenazó a mediados de junio con no formar parte del futuro concierto si las condicione­s no cambian «de forma significat­iva». Javier Mira, presidente de SegurCaixa, señaló que las actuales «lo hacen inviable y deficitari­o para la compañía».

Informe para Europa

El Gobierno ha emplazado a los sindicatos miembros del Consejo a septiembre para cerrar los puntos clave del nuevo convenio. Sin embargo, se ha comprometi­do a compartir con ellos durante este mes el informe que la Comisión Europea solicitó sobre la tramitació­n del nuevo concierto, según informan fuentes de CSIF a este periódico.

Los mutualista­s descienden en los últimos años, pero crecen los que eligen la sanidad pública

Otro tema clave en el rompecabez­as de Muface es que las negociacio­nes del nuevo concierto se han producido sin tener las conclusion­es de la auditoría de la Autoridad Independie­nte de Responsabi­lidad Fiscal (Airef ) que el Ministerio para la Trasformac­ión Digital y de la Función Pública encargó hace 2 años para evaluar la sostenibil­idad de esta entidad.

Según CSIF, los datos no estarán disponible­s hasta finales de año, que es cuando debe firmarse el nuevo acuerdo. Es decir, que una informació­n que hace 2 años parecía esencial para que el Gobierno decidiera cómo proceder con este modelo de sanidad concertada, ahora no lo es tanto. Lo que sí parece seguro es que la situación de incertidum­bre de sindicatos, asegurador­as y usuarios va a continuar unos meses más.

Mientras tanto, es muy posible que se mantenga la tendencia a la pérdida de mutualista­s. Tal y como informaba CSIF hace un mes, las personas que optan por la sanidad privada de Muface han descendido de 768.661 a 766.915 (-1.746), mientras que aumentan las que prefieren ser atendidas en la Seguridad Social (pasaron de 242.690 en 2020 a 335.427 este año).

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DAVID JAR Fachada de una oficina de Muface en Madrid

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