La Comunitat vive un mayo de mucho calor y pocas precipitaciones
► Los expertos auguran un verano menos asfixiante que el de 2023 y 2022, pero advierten del riesgo de incendios
La playa urbana del Postiguet en Alicante luce a mitad de mayo con un lleno hasta la bandera y con personas en el agua y en la arena; una imagen más propia del mes de agosto, y esto se debe a las temperaturas excesivamente altas que se están registrando este mes en la Comunitat Valenciana. La razón es que la región está sufriendo lo que los climatólogos llaman un régimen de poniente, según explicó el catedrático de Análisis Geográfico Regional de la Universidad de Alicante (UA), Jorge Olcina.
El calor sofocante se prolongará toda la semana, salvo en el interior de la provincia de Castellón, en la que habrá un descenso de temperaturas, porque, agregó Olcina, en todo el norte peninsular hay una masa de aire frío.
Así los termómetros alcanzaron los 28 y 29 grados a principios de semana. Si bien mayo está siendo excesivamente caluroso, en junio, julio y agosto el calor no será tan fuerte como en los veranos 2023 y 2022. «De mayo y hasta julio solo va a hacer calor, no va a refrescar, y el ambiente será especialmente seco», agregó.
Y mientras en la Comunitat Valenciana las temperaturas en primavera son propias del verano, en el resto de la Península los termómetros bajaron esta semana entre 8 y 10 grados, según la Agencia Estatal de Meteorología, Aemet.
En la Comunitat, además, este verano también se esperan noches muy cálidas, las denominanoches denominanoches tropicales; el verano pasado hay que recordar que, en plenas olas de calor, por la noche los termómetros alcanzaron los 27 grados en el litoral de la Comunitat; algo que es inusual y que se debió a que la humedad relativa en el ambiente es muy alta.
Para Olcina, que es también el director del Laboratorio de Climatología de la UA, las temperaturas que se están registrando en la Comunitat Valenciana son reflejo del cambio climático. Además, para la próxima semana podría llover en el norte de Castellón y en el interior de Valencia.
Primavera muy seca
El hecho de que la primavera esté siendo especialmente cálida enciende automáticamente la alarma por el riesgo de incendios así como por los efectos negativos para la agricultura, dado que se alteran los ciclos de producción de las cosechas y los cultivos. Añadió Olcina que igualmente la población considerada de riesgo como, por ejemplo, las personas mayores, deben estar atentas a los efecdas tos del calor sobre su salud en las próximas semanas y en verano.
En contraste con la temperatura ambiental, la del agua es ahora algo más fresca de lo habitual; en concreto, está entre 17 y 18 grados. La razón, según Olcina, es la llegada de aguas profundas arrastradas por vientos del oeste al Mediterráneo, aflorando a la superficie.
«En las próximas semanas se normalizará la temperatura del mar y alcanzará los 22 y 23 grados en el mes de junio», indicó.
A mediados de junio, la temperatura del mar puede alcanzar los 27 grados, por lo que el baño no será precisamente refrescante, cuando el calor sí lo será en las playas de la Comunitat. «El verano va a volver a ser muy caluroso pero no tanto como los de 2022 y 2023», concluyó.