PALMA, PARA ABRIR EL APETITO
CON EL MEJOR DESAYUNO DEL MUNDO
Aunque la isla tiene una extensión de algo más de 3.500 km2, la máxima distancia de punta a punta, es de tan solo 100 km., por lo que es fácil y rápido desplazarse por ella. Depende de lo que busques, ya sea playa, campo o sierra, hay un amplio abanico de alojamientos para elegir. Y gastronómicamente hablando, sucede lo mismo: cocina local, nacional, internacional, de vanguardia, con estrellas Michelin, vegana, de tapas, etc.
Elegimos, para nuestras dos primeras noches como centro de operaciones un céntrico hotel en la capital, el HM Blanc Palma (hmhotels.com), de 4 estrellas, moderno, cómodo y funcional, con un buen desayuno para arrancar el día y también con una cocina honesta y deliciosa, un punto de originalidad y varios productos de la tierra (risotto de botifarró picante o cochinillo de cerdo negro a baja temperatura, boniato asado y jalea de naranja de Sóller). Es probable que hayas oído hablar de que también en Palma, el Hotel Hospes & Spa Maricel (hospes.com) prepara el que está considerado como “uno de los mejores desayunos del mundo”. En un emplazamiento único, con impresionantes vistas a una playa de aguas cristalinas, aquí nos espera una experiencia matinal de 3 horas de duración. En su elegante terraza sirven un auténtico menú degustación de 10 platos salados y dulces que cambian cada temporada. Adrián Pons nos explica algunas de estas exquisiteces: coca de trampó con pescado seco de Formentera, gazpacho de tomates ramallet con queso mahonés, brioche de porcella (cochinillo) con alioli de ajos confitados y pepinillo encurtido o gat— de algarroba con crema de café y Baileys con helado de almendra.
No menos conocido es el restaurante Aromata (aromatarestaurant.com), cuya cocina es obra de Andreu Genestra, uno de los cocineros de referencia en Mallorca que tiene otro establecimiento en Llucmajor, con 1 estrella Michelin. En en un edificio señorial del siglo XV|, ofrece una cocina contemporánea con ingredientes autóctonos (Genestra es conocido por la recuperación de varios en vías de extinción). Tienen varios menús degustación y elaboran sus propios vinos, ginebra y vermut. Toda su cocina es impecable, como el servicio, comandado por Giorgia Scaramella, directora de sala y sumiller. Un lugar para repetir.