Preocupación en el Reino Unido por el Príncipe de Gales
Guillermo de Inglaterra, muy delgado, representó esta semana a su padre en el desfile del Soberano en Cramwell
MADRID. Pocos días después de que la princesa de Gales, Kate Middleton, anunciase que había terminado su tratamiento contra el cáncer, ha sido el aspecto de su marido, el príncipe Guillermo, el que ha hecho saltar todas las alarmas en el Reino Unido. Se trata de una nueva alarma de salud para los Windsor, afectados en los últimos años por los diagnósticos de cáncer de la mencionada Kate Middleton y el propio rey, Carlos III de Inglaterra.
Guillermo acudió esta semana en representación de su padre al desfile del Soberano realizado en la escuela de la Real Fuerza Aérea (RAF) británica en Cranwell. Más allá de las tareas encomendadas para tal ocasión, las imágenes difundidas sobre el evento sorprendieron a propios y extraños por el impactante cambio físico del heredero al trono.
En las imágenes aireadas por todos los medios británicos se ve al príncipe Guillermo visiblemente más delgado y luciendo barba, algo poco habitual en él. No obstante, a lo largo de este verano ya presentaba una barba similar, por lo que medios británicos como el Daily Mail vaticinan que puede que «haya llegado para quedarse».
Menos vida pública
El diagnóstico de cáncer de su esposa provocó que desde principios de año el príncipe haya reducido notablemente sus compromisos públicos para volcarse en el cuidado de su mujer y sus tres hijos; su imagen se haya visto poco en los últimos meses.
Sin embargo, ha sido ahora cuando su físico ha llamado la atención, especialmente por su delgadez, que le da un aspecto de cansado, y su barba. Este último detalle es más llamativo si se tiene en cuenta que, hasta 2019, la Fuerza Aérea británica no dejaba que sus oficiales se dejasen crecer la barba. A partir de ese año se modificó la normativa para permitir que los miembros en servicio de la RAF usen «una barba elegante, bien recortada y completa», como la que luce el príncipe Guillermo ahora.
Este cambio en el aspecto del príncipe, que ya mostró su barba en verano, puede venir marcado por la difícil etapa personal que atraviesa debido al cáncer de su mujer y también al de su padre, el rey Carlos III.
«El viaje contra el cáncer es complejo, aterrador e impredecible para todos, especialmente para aquellos que están más cerca de ti», dijo Kate Middleton en su reciente mensaje. Ahora, tras haber finalizado la quimioterapia, la princesa de Gales también matizaba que «el camino hacia la curación y la recuperación total es largo y debo seguir tomando cada día como viene». En términos muy similares se refirió poco después el propio Guillermo durante una visita a Gales. «Es una buena noticia, pero aún queda un largo camino por recorrer».