Temor en los negocios de Canfranc: «Para nosotros es una ruina»
Pequeños empresarios ya están notando una gran caída de las ventas por culpa del cierre
El valle del Aragón, y muy especialmente Canfranc, mira con preocupación a su vecino francés del Aspe por las graves afecciones que dejaron las intensas lluvias el pasado fin de semana. Lo que más inquieta es el plazo de reparación de la carretera RN-134, que ha quedado literalmente partida por la mitad, obligando a cortar el tráfico por la frontera del Somport.
Las autoridades galas estiman que las obras podrían prologarse durante seis meses, un plazo «excesivo» para los negocios que se ubican en el valle del Aragón y que en algunos casos, les podría llevar incluso a la «ruina», ya que trabajan principalmente con clientes franceses.
Es el caso del estanco Martín, de Canfranc, donde el 80% de su clientela procede del país vecino. Compran sobre todo alcohol, tabaco y turrón en Navidad «y ya estamos notando la falta desde el primer día de corte de carretera», explica Sofía Martín. De hecho, «hemos tenido que devolver el tabaco que llegó el viernes porque no se va a vender», señala.
En este establecimiento trabajan durante el verano de cuatro a cinco personas, «pero ahora estamos mi hermano y yo y una chica con menos horas». «Para nosotros es la ruina», asegura Sofía Martín. Desde que ella recuerda, y es la tercera generación que regenta este estanco que lleva abierto 75 años, «nunca hemos sufrido un corte tan prolongado de la carretera, como dicen que podría llegar a durar». Por ello la preocupación es máxima «ya que nos afecta a todos», subraya.
Muy cerca se encuentra la cafetería El Andén. Su propietario, Nacho López, confía en que al final se acorten los plazos de las obras de la carretera «porque si no lo vamos a notar bastante», augura. Estos últimos días han sido animados en la localidad por la celebración de la carrera Canfranc-Canfranc y el Mundial Masters de Trail Running, y «no está yendo mal», admite, «pero «a partir de ahora será peor».
En octubre y noviembre, los autobuses que van a Lourdes paran en Canfranc «a tomar un café» y, además, hay franceses que van a comprar, «no tanto como antes, pero siguen viniendo», explica.
También tiene un supermercado. «Gran parte de los clientes son franceses, aunque desde que está el hotel se ven también de otros países», dice. Además, hay que tener en cuenta el flujo del «día a día», porque hay gente que cruza la frontera para trabajar en el valle del Aragón o viceversa.
Por el momento «iremos viendo cómo nos afecta», dice Nacho
López, pero cree que igual tiene que reducir personal en el supermercado. «Canfranc tiene mucho tirón y hay turismo, pero sí, estamos preocupados», confiesa.
Cancelaciones en el albergue
Por su parte, José Luis Oliva regenta una tienda de regalos y un albergue en Canfranc. En este último «ya hemos tenido cancelaciones de colegios del valle del Aspe que suelen venir en otoño», asegura. Y en la tienda «también lo vamos a notar, porque los que están de paso siempre suelen comprar sudaderas, pañuelos... y eso va a desaparecer», se teme. «Estamos muy inquietos por la duración del corte», resume.
En la gasolinera han pasado «de cien a cero», afirman las trabajadoras Paula Simón y Susana Tercero. «Aquí todo son franceses y transportistas, por lo que hemos pegado un bajonazo importante desde el primer día». Igualmente «mucha gente que viene de Europa con autocaravanas pasa por aquí, pero ya no pueden al estar cortado». Por ello, los refuerzos de personal de verano «han acabo antes de lo normal y nosotras ya veremos, porque la afección es total», se temen.
«Hemos tenido que devolver el tabaco que llegó el viernes porque no se va a vender»
Sofía Martín PROPIETARIA DEL ESTANCO MARTÍN
«Canfranc tiene tirón y turismo, pero estamos preocupados»
Nacho López PROPIETARIO DE LA CAFETERÍA EL ANDÉN Y DE UN SUPERMERCADO
«Hemos pegado un bajonazo importante desde el primer día porque los clientes son todo franceses y transportistas»
Paula Simón Susana Tercero TRABAJADORAS DE LA GASOLINERA