Starmer da el primer paso para expulsar a los aristócratas del Parlamento británico
El Gobierno laborista presenta el proyecto de ley que pondrá fin a la presencia de lores hereditarios en la Cámara Alta
LONDRES. El Ministerio del Gabinete británico presentó ayer en la Cámara de los Comunes el proyecto de ley que, de aprobarse, pondría fin a la presencia de aristócratas en el hemiciclo de los Lores. El Partido Laborista lo había prometido en su programa electoral y también que durante su mandato se publicarán propuestas para convertir la Cámara alta del Parlamento británico en una asamblea de electos.
El texto es muy breve, de cinco páginas, y establece que los lores hereditarios, que están en el Parlamento porque sus padres ya tenían asiento, perderán el derecho de asistir a la cámara y de votar en sus procedimientos. Entre los expulsados se cuenta al Gran Chambelán y al Conde Mariscal, que participan en ceremonias de Estado apoyando a la monarquía. Seguirán cumpliendo ese rol.
La expulsión de los lores hereditarios es la culminación de la tarea emprendida por el también laborista Tony Blair, que en 1999, dos años después de ser elegido como primer ministro, intentó su salida. Resistieron y amenazaron al Gobierno con abusar del único poder que tiene la Cámara de los Lores, entorpecer temporalmente la aprobación de una ley.
Blair negoció con los líderes de la rebelión aristocrática, concediendo que 92 permanecieran en el hemiciclo. La despedida de 667 lores fue un debate curioso, con los hereditarios empeñados en contar lo que sus ancestros habían hecho por el país y los lores vitalicios, nombrados por sus méritos profesionales o por los partidos políticos, apremiándoles a terminar la jornada y marcharse a casa.
Más reformas
En Parliament Square, lugar habitual de protestas, no pasaba nada ayer. La parsimonia de los peatones británicos ante un evento que sí parecía histórico era espectacular. Tras el anuncio del proyecto de ley, voces conservadoras han acusado de nuevo de revanchismo a los promotores de la ley, pero la mayoría de la población no se queja.
Entre los 92 que pueden ser expulsados se encuentra el actual duque de Wellington, cuyo ancestro angloirlandés fue protagonista de la Guerra de la Independencia española y de la derrota de Napoleón Bonaparte, y el hijo del laborista radical Tony Benn, que en el inicio de la década de los sesenta peleó para que le despojasen del título de vizconde Stansgate y así poder participar en la Cámara de los Comunes.
El Gobierno de Keir Starmer busca implementar más reformas de la Cámara de los Lores. Ha extendido hasta 2030, de acuerdo con la Iglesia de Inglaterra, el periodo de sustitución paulatina por obispas de los obispos que participan en la Cámara. Son conocidos como los Lores Espirituales. Hay en la actualidad veinte religiosos por seis compañeras. Starmer quiere además que todos los miembros de la Cámara Alta se retiren cuando cumplan 80 años.
La mitad de la población, según una encuesta de YouGov, desea elegir también a este hemiciclo. El actual, con 805 miembros hereditarios y vitalicios, se ha desacreditado aún más por la cantidad de lores nominados por los partidos. No hay espacio suficiente para participar en los debates y tienen que rotar en el acceso a los comités. Se les critica por recibir una dieta de unos 400 euros por su presencia. Reciben también el importe de sus viajes y gastos.