El veterano negociador europeo del ‘brexit’ se enfrenta al rompecabezas galo
Uno de los dirigentes galos más curtidos en las complejas negociaciones en Bruselas retorna a la primera fila de la política francesa. Michel Barnier, tras haberse encargado entre 2016 y 2020 de las complejísimas negociaciones del ‘brexit, se enfrenta a otro rompecabezas casi irresoluble: lograr cierta estabilidad gubernamental ante una Asamblea Nacional sin mayorías.
«Nunca seáis sectarios. El sectarismo es una muestra de debilidad. Cuando uno es sectario, esto demuestra que no está seguro de sus ideas», declaró Barnier desde el palacio de Matignon en París. Durante el acto de traspaso de poderes con su predecesor, Gabriel Attal,
presumió de dos de los valores de la tradición gaullista: el pragmatismo y la fibra popular.
Nacido en 1951 en la periferia de Grenoble, en los Alpes franceses, Barnier ha tenido una trayectoria bastante clásica. Se trata de un dirigente que literalmente ha hecho de todo, tras militar desde los 14 años en las filas de la derecha gaullista. Su perfil representa al político de toda la vida que Macron prometió «superar» cuando irrumpió de manera fulgurante en 2017 al frente de una especie de Podemos de derechas.
El flamante ‘premier’ empezó como consejero departamental con apenas veintidós años en su Saboya natal. Pocos años después, presidió ese mismo departamento, siendo el más joven en ocupar ese cargo. También fue elegido diputado y senador. Y ejerció cuatro veces como ministro en gobiernos de la derecha republicana durante breves periodos (Medio Ambiente en 1993, Asuntos Europeos en 1995, Exteriores en 2004 y Agricultura en 2007).
No obstante, sus cargos más destacados los ocupó en las instituciones europeas. Allí fue comisario europeo de Política Regional entre 1999 y 2004 y del Mercado Interior entre 2010 y 2014, además de su reciente rol como negociador del ‘brexit.